De acuerdo con Rogelio Jiménez Pons, futuro titular del Fondo Nacional para el Turismo (Fonatur), para el próximo año se solicitarán recursos por 6 mil millones de pesos para la primera fase del Tren Maya.
Entrevistado al término de una reunión privada que el presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, tuvo con los integrantes de su gabinete, expuso que el monto es preliminar y podría incrementarse, toda vez que deberán lanzarse las primeras licitaciones sobre el proyecto ejecutivo, las primeras obras inducidas y los primeros tramos, reporta Reforma.
Jiménez Pons indicó que estas solicitudes presupuestarias no significan que se vaya a suspender la consulta pública que se llevará a cabo sobre este proyecto, tal y como se hizo con el nuevo aeropuerto. Incluso, agregó que él personalmente ha tenido algunos acercamientos con los pobladores de algunas de las comunidades por donde pasaría este tren, para conocer sus opiniones.
“La discusión de este tema yo espero que se lleve a cabo a finales de enero para que nos dé tiempo de divulgar; nosotros hemos tenido reuniones con las comunidades en la zona, yo ayer estuve en Kalakmul, estamos teniendo consultas; en fin, se está trabajando, pero, sí, ahora hay que divulgarlo a nivel general, eso esperamos a que seamos gobierno, tengamos algo de recursos para poder lanzar la información”, expuso.
Recordó que la inversión total para este proyecto oscilará entre 120 mil y 150 mil millones de pesos y que la mayor parte de de esta inversión provendría del sector privado.
Más temprano, al participar en la Expo Negocios Inmobiliarios, Jiménez Pons aseguró que el proyecto del Tren Maya no está hecho “al vapor” y lleva más de dos años de trabajo “de bajo perfil” con asesores nacionales e internacionales, como el grupo español Renfe, según información del diario El Economista.
Detalló que se planea lanzar a concurso siete paquetes de obra civil y otro más para elegir al operador y que podría incluir el material rodante y servicios relacionados. Asimismo, afirmó que se buscará que haya una certificación de que todos estos procedimientos se lleven a cabo conforme a la ley y al programa de trabajo previamente establecido.
“Es lo que nos han sugerido. No queremos que pase lo de la Línea 12 del Metro. México tiene muchos antecedentes de lo que no se debe hacer en obra pública. Esperamos no cometer los mismos errores. Tendremos nuevos errores, la vamos a regar, pues sí. Nadie es infalible, pero serán con otras situaciones y no deliberados”, señaló
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