jueves 28 marzo 2024

“No me doy por enterado”, de mi destitución; carece de validez legal: Antonio Lazcano

por etcétera

El investigador Antonio Lazcano, recientemente suspendido como miembro de la Comisión Dictaminadora del Sistema Nacional de Investigadores por “faltas injustificadas” a las sesiones plenarias dijo que él “no se da por enterado” de dicho cese, ya que le fue notificado por medio de un documento sin nombre y sin firma–enviado por correo electrónico–que carece de validez legal.

En entrevista con Carlos Loret de Mola, Lazcano abundó en lo ocurrido el fin de semana pasado, en que el Sistema Nacional de Investigadores, dirigido por Mario de Leo, le hizo saber de su retiro de la mencionada comisión por haber faltado a dos sesiones de manera supuestamente injustificada.

“Yo no me doy por enterado de que ya no soy de la Comisión, porque las irregularidades formales son tales” que no le concedo validez, dijo.

“Lo primero que yo hice fue rechazar, en un carta que ya anda circulando, la validez del documento que me envió el Conacyt hace un par de días , porque es un documento sin firma y sin nombre que emite el SNI en el que me dice que ya no soy más miembro de una comisión dictaminadora. Pero un documento así se mueve en un limbo legal”.

Por ese motivo, informó al periodista, se presentará en la siguiente reunión, que se realizará en ocho meses.

Dijo que el suyo es un caso de “intromisión de la autoridad en el mundo académico”, lo cual no es permisible, además de que la excusa utilizada es “muy baladí, muy frágil”.

“Para mí, lo más grave ha sido este empeño de reducir o limitar el rol que juegan los organismos como las academias científicas, las sociedades académicas o el foro científico que de manera natural tienen que estar asesorando a la dirección del Conacyt”, explicó. Dijo que al principio pensó que la designación de Álvarez-Buylla era algo positivo, pero luego cambió de parecer.

Ello sucedió cuando “empezaron una serie de declaraciones que a mí me empezaron a preocupar mucho, como cuando ella se lanzó en contra de la investigación espacial, de la ciencia occidental, hegemónica y racionalista”.

Por su parte, el Conacyt aseguró que Lazcano ha faltado a ocho de 12 sesiones, y sin justificación, fallándole así “al pueblo de México”.

“Se trata de una cuestión de principios que no está sujeta a negociación y que no admite excepciones. La fama de un investigador no le autoriza a desentenderse de sus compromisos con la comunidad o a exigir un trato especial. El respeto y sentido de responsabilidad son cualidades que también definen el prestigio de un investigador”, dice, en comunicado difundido este lunes.

En otras entrevista, concedidas a Aristegui Noticias y a El Universal, el investigador dijo que sus ausencias en las reuniones fueron debidamente informadas.

“El doctor De Leo sabía perfectamente que no asistiría a la primera reunión de la comisión dictaminadora porque iba a estar fuera de México… Mandé los documentos probatorios de mi salida al doctor De Leo, quien los aceptó sin ningún problema. Si después, él argumenta que esto cuenta como una falta injustificada entonces o no se acuerda de lo que tiene en sus archivos o no recuerda lo que ha leído”, dijo a Aristegui.

Para El Universal declaró que “le envié un correo (a De Leo) anexando los justificantes de mi ausencia, él contestó muy cortésmente que no había ningún problema y que lo tomaba en cuenta”.

Lazcano fue tajante al señalar que “a diferencia del doctor De Leo, los miembros de las Comisiones somos investigadores en activo, tenemos compromisos académicos nacionales e internacionales. Las fechas para instalar las Comisiones cambiaron y concordaron con una conferencia que tenía programada en Alemania y ser parte de un curso en Francia”.

Dijo que es una “coincidencia extraña” que su destitución venga tras las críticas que ha efectuado a la directora del Conacyt y agregó que dichas decisiones se pueden atribuir a una falta de experiencia, a una rigidez ideológica, a una soberbia y, desde luego, a una incapacidad para entender cómo funciona el SNI”.

Y criticó que frente al SNI se encuentre una persona sin experiencia, que no es parte del propio SNI ni tampoco ha dirigido tesis de posgrado.

“Estas acciones demuestran las limitaciones que tiene el doctor De Leo para entender cómo se debe apoyar a la investigación. El SNI no es una dádiva del Estado, no es un regalo de la sociedad. El SNI es un mecanismo para garantizar que haya un aparato científico de investigación, que sea equilibrado y al que se pueda acceder a partir de los méritos académicos. Esa es la parte que el doctor De Leo no ha terminado de entender”.

Dijo que tras este tiempo se ha dado cuenta que Álvarez- Buylla “sólo es una funcionaria del gobierno, del presidente y no una representante de la comunidad científica. Fue muy ingenuo de mi parte pensar que ella nos iba a representar, ella sólo representa al presidente. Atrás de todas estas decisiones hay inexperiencia administrativa y política para saber llevar las cosas en armonía, en una comunidad que es, de manera natural, crítica”.

En la carta que Lazcano hizo pública el sábado, señala a De Leo que “lamentablemente, también es evidente para muchos que su experiencia en la investigación científica es extraordinariamente limitada. Como usted bien sabe, muchos hemos criticado abiertamente y sin tapujos que alguien como usted, que nunca ha dirigido tesis de posgrado, que apenas si ha participado en proyectos de investigación, que posee un conocimiento superficial de los mecanismos de evaluación del trabajo académico, y que nunca ha pertenecido al SNI, sea quien dirija ahora al Sistema Nacional de Investigadores. Estas limitaciones quedaron reflejadas, por ejemplo, en las discusiones que tuvo en días pasados con los miembros de las Comisiones Dictaminadoras”.

En un artículo publicado el 26 de julio pasado, Lazcano criticó duramente la gestión de Álvarez-Bullya al frente del Conacyt. En respuesta, ella llegó tan lejos como para responderle desde una nota introductoria de corte político que insertó en un artículo publicado en la revista Science llamado “Una nueva agenda científica para México”.

Además, utilizó las redes sociales del Conacyt para compartir el link a dicho artículo. Esto, el 19 de septiembre, a dos día de que se hiciera pública la destitución de Lozano.

En tono irónico, la funcionaria señala en dicha nota introductoria que “en su editorial ¿Quo Vadis, ciencia mexicana?, A. Lazcano manifesta preocupación acerca de los recortes al presupuesto del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) y cuestiona mi liderazgo al frente. Los datos que presento aquí podrían aliviar sus preocupaciones”.

Tal respuesta fue severamente cuestionada por el académico y divulgador científico Martín Bonfil, quien fue el primero que informó públicamente sobre la destitución de Antonio Lazcano, por medio de sus redes sociales.

Dicha destitución, criticó Bonfil, “se trata de un evidente acto autoritario y de una represalia por parte de Álvarez-Buylla ante una crítica a su gestión. Un acto de represión. La comunidad científica no se quedará callada ante este abuso, pues los miembros de las comisiones del SNI son electos por votación y no pueden ser destituidos de manera unilateral”.

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