Continúa la embestida de Morena contra el Instituto Nacional Electoral (INE): ahora fue el turno de la secretaria general de ese partido, Citlalli Hernández, quien le llamó “árbitro vendido” y reclamó no se le permita hablar de varios temas al presidente Andrés Manuel López Obrador y hasta se la amague con el arresto. La consejera Claudia Zavala aclaró que en caso de reincidencia en la conducta violatoria de la ley, esa sería la última medida.
En un video que difundió este lunes en redes sociales, la secretaria general de Morena mostró su indignación porque el INE amenaza con arrestar al presidente por tratar varios asuntos en su conferencia de prensa, y que no observe lo que otros partidos hacen para detener al suyo. Por ello, acusó de parcialidad a Córdova y Murayama y llamó “árbitro vendido” al Instituto.
Dice en su video: “Ahora resulta que el INE amenaza con arresto a nuestro presidente por hablar de varios temas en la mañanera. Es inaudito que el árbitro electoral no vea lo que realiza la oposición para detener el avance de Morena.
“Por el contrario, Lorenzo Córdova y Ciro Murayama están tomando partido para detener a nuestro movimiento, pero que le quede claro a ese árbitro vendido, que le quede claro a la oposición: nosotros somos demócratas, somos convencidos de la transformación de este país”.
Sin embargo, Hernández no hace ni la más mínima referencia concreta a los ordenamientos legales y constitucionales en los que se sustenta el apercibimiento del INE dirigido a López Obrador.
Prefirió referir ejercicios demoscópicos (ninguno en concreto) para hacer gala de la presunta ventaja de su partido rumbo a las elecciones próximas: “Sé que las encuestas les duelen; sé que no pueden subir, sé que no han tenido el respaldo social, pero les decimos con mucha claridad que no vamos a permitir que atenten contra la democracia y que atenten contra la esperanza”.
Y también habló de desesperación de los opositores a López Obrador: “A un mes y medio de las elecciones, la derecha no sólo está moralmente derrotada: está peligrosamente desesperada”.
Remató: “A nosotros nos toca seguir transformando; nos toca seguir presumiendo los logros (sic) de la cuarta transformación”.
En su conferencia de prensa de este lunes, López Obrador, antes de volver a atacar largamente a opositores y a críticos, parecía haberse decidido a moderarse, “porque me pueden ‘cepillar’, como se dice en el béisbol. Me pueden multar y hasta arrestar”, y mencionó en su invectiva sobre el presunto fraude electoral del 2006 a Ciro Murayama, del que dijo: “Es el que me quiere arrestar”.
Por otra parte, la consejera Claudia Zavala, en entrevista con Carmen Aristegui, manifestó esperar no llegar al nivel de la amonestación al presidente López Obrador, pero que si hay reiteración en la conducta se tendría que hacer de manera pública y después se podría llegar hasta el arresto.
La consejera explicó los niveles que puede implicar la reincidencia del presidente y de cualquier funcionario en la conducta de continuar haciendo propaganda gubernamental y referencias electorales: el apercibimiento, luego la amonestación pública, la multa, “y la última medida de apremio que se permite en la legislación, y reconocida en el derecho, es el arresto de 36 horas”.
Sin embargo, manifestó su esperanza de que no se llegue a ello por dos motivos: “He visto que desde la información matutina hoy ya se encuentra más cuidado, incluso por el propio presidente, que ha dicho: ‘Espérenme porque es un tema en el que no me pudo meter’. Eso me da mucho gusto porque es un tema del pacto constitucional que tenemos”.
El segundo es que el expediente al respecto será enviado a la Sala Regional Especializada del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, que determinará si las conductas son violatoria del artículo 41 y 134 constitucional.
Sobre la campaña de Morena contra el INE, que ya incluye hasta spots, Zavala comentó que “todo lo que abone a un clima de polarización o de hostilidad hacia la autoridad electoral por las decisiones que está tomando en cumplimiento de sus deberes constitucionales no solamente es contrario a un pacto democrático que nosotros mismos nos hemos dado y está en la Constitución, sino que es un elemento altamente nocivo que puede poner en riesgo el buen desarrollo de las elecciones e incluso, en el extremo, una estabilidad política y social”.
