A pesar de que la normativa del Instituto Nacional Electoral (INE) prevé y permite que cualquier partido político renuncie a cualquier porcentaje del financiamiento público que le concede la ley para sus actividades, e incluso, permite que el partido decida a dónde canalizar dichos recursos, el Movimiento de Regeneración Nacional, (MORENA) asegura que no ha renunciado a 50% de su financiamiento del 2019 porque “no hay mecanismos legales” para hacerlo.
La presidenta nacional de Morena, Yeidckol Polevsnky, declaró que su partido sigue “firme” en renunciar a la mitad de sus ministraciones mensuales—tal como ofrecieron durante la campaña electoral del 2018, que los llevó a ganar la presidencia—pero ha pasado todo el año sin que cumplan su ofrecimiento de “austeridad”.
Durante el 2019, Morena ha recibido del erario 941.9 millones de pesos, 134.5 millones de pesos al mes por concepto del financiamiento que le corresponde como partido político.
De enero a julio, el partido presidido por Polevsnky ha seguido cobrando de manera íntegra los recursos, coincidentemente, en un año en que también se realizan elecciones en algunas partes del país.
De acuerdo a información ofrecida por el Instituto Nacional Electoral, de esos 941.9 millones, 914.4 están bajo el concepto de “financiamiento público ordinario” y 27.4 son para gastos como impresión de documentos, labores de educación o capacitación.
Así, en tan solo siete meses ya recibió mucho más de lo que—de acuerdo a su oferta de campaña—iba a recibir en todo el 2019, es decir, “solamente” 797.5 millones de pesos. En cambio, ha cobrado completo, sin renunciar a nada, con lo que si sigue en el mismo tenor, al finalizar el año habrá recibido mil 595 mdp.
Así, en estos primeros siete meses del año ya le han correspondido 941.9 millones de pesos en total, de los cuales 914.4 millones de pesos han sido por concepto de financiamiento público ordinario, y 27.4 millones de pesos para actividades específicas, es decir, tareas editoriales, de educación o capacitación.
Polevnsky ha declarado que si al momento no han renunciado al 50% de sus recursos es porque no tienen una “vía legal” para ello, pero lo cierto es que dicha vía existe: hacer ante el INE algo llamado “renuncia expresa” y de esta manera el instituto regresa los recursos al gobierno federal.
De hecho, tras los sismos del 19 de septiembre del 2017, la mayoría de los partidos renunciaron a una parte de su financiamiento para apoyar a la atención de los damnificados. El único partido que no hizo esto fue precisamente Morena, el cual prefirió hacer un “fideicomiso” para “canalizar” apoyos, acción para la cual no contaba con atribuciones legales y que, además, resultó en un manejo opaco de recursos.
Cuando un partido realiza una renuncia expresa de parte de su financiamiento, el INE toma nota del hecho.
En repetidas ocasiones, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha manifestado su absoluta desconfianza al INE—otro de los organismos autónomos a los que ha atacado—y ahora, el partido que fundó, Morena, se niega en los hechos a no utilizar la vía de la renuncia expresa ante el INE de parte de su financiamiento.
En la imagen de abajo se puede ver un fragmento del documento titulado “Informe respecto de la renuncia al financiamiento público por los partidos políticos nacionales, en virtud de los sismos del mes de septiembre de 2017”, publicado el 22 de diciembre del 2017 y elaborado por la Dirección Ejecutiva de Prerrogativas y Partidos Políticos del INE que demuestra que sí existe una vía legal para renunciar al financiamiento, pero que es una que Morena no ha querido utilizar, declarando falsamente que no existe ninguna forma.
En el fragmento se señala que el PAN, el PRI, el PVEM, MC y el PES declaran renunciar a ciertos montos de su financiamiento y “se pronunciaron sobre el destino y mecanismo de fiscalización que estos recursos deberían tener”.