miércoles 24 abril 2024

Más de 56 millones de mexicanos, infectados por Covid-19: especialista

por etcétera

Los datos oficiales de contagiados por Covid-19 en México son una muestra de la ineptitud y la politización con la que las autoridades de salud han manejado la epidemia. En realidad, con otras cifras más veraces de la Secretaría de Salud los mexicanos infectados no han sido 2.8 millones, sino 56 millones, afirmó el especialista Raúl Rojas.

En una colaboración para El Universal, Rojas, especialista en matemáticas e informática de la Universidad de Berlín, revisó los números que ha proporcionado la Secretaría de Salud sobre contagiados por Covid-19 en el país, y a partir de ellos hizo algunas inferencias sobre el desarrollo de la enfermedad.

El especialista recordó que, según el modelo presentado por Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, en abril del año pasado, habría un máximo de 5 mil contagiados diarios, que el 8 de mayo ocurriría el pico de infecciones y que para julio de 2020 la epidemia habría concluido. Evidentemente, nada de ello ocurrió.

Además, Rojas señaló que, según la Encuesta Nacional de Salud, cerca de la mitad de los mexicanos ya se han contagiado, lo que incluso López-Gatell aceptó. Si es como lo señalan las propias autoridades sanitarias, la cifra de infectados dista mucho de los 2.8 millones que informan, y en realidad es 20 veces mayor: unos 56 millones.

Respecto a los decesos por Covid-19, Rojas también es crítico con la cifra de la Secretaría de Salud, 239 mil. Mencionó que hasta mayo de 2021 se habían registrado medio millón de muertos más que los esperados, según los datos de la propia dependencia y del Instituto Nacional de Estadística y Geografía.

Sin embargo, recordó el experto, sin explicación los organismos reportan que sólo 353 mil fueron muertes relacionadas con la Covid-19, mientras que no explican el resto, y Rojas consideró que por la sobrecarga en el sistema de salud provocada por el coronavirus muchas personas dejaron de ser atendidas de otros males, por lo que también esas muertes deben ser relacionadas con Sars-CoV-2.

Lo anterior, consideró Rojas, es prueba de la ineptitud gubernamental en la atención a la pandemia por haber minimizado la realización de pruebas, su renuencia al uso del cubrebocas y la indolencia ante la mortalidad. Y remató, categórico: “Ningún país basó su gestión de la epidemia en un modelo tan simplista y risueño, tejido más con base en intereses políticos que atendiendo a la emergencia de salud que comenzaba”.

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