El secretario general de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico, José Ángel Gurría, señaló que la obra del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) tiene riesgos que deben mitigarse, uno de ellos el retraso de su construcción, situación que puede repercutir en sus costos.
Al presentar el documento, “Tercer informe de avances sobre el desarrollo del NAIM: logros y lecciones aprendidas”, Gurría Treviño aseguró que los ojos del mundo están puestos en la gestión, ejecución y conclusión de este proyecto, por lo que consideró que México “no puede fallar” en su decisión sobre la construcción de esta obra, ya que pondría en riesgo su prestigio, atractivo e imagen como plataforma de inversiones.
El exsecretario de Hacienda apuntó que la decisión del próximo gobierno de analizar otras alternativas para la construcción de una nueva terminal aérea, ha influido en la gobernanza del proyecto que ya está en marcha, pues el Grupo Aeroportuario Ciudad de México (GACM) tenía previstas 27 licitaciones en su programa para 2018, de las cuales 14 están suspendidas por esta situación, reporta Reforma.
Declinó pronunciarse respecto a la opción de Santa Lucía, ni acerca de la consulta a la que se ha convocado, toda vez que no ha sido función de la OCDE participar en esta discusión y “no se quiere pasar de listo”.
El documento que según Gurría Treviño ya fue entregado a los gobiernos saliente y entrante, señala que la decisión de construir una nueva terminal, se tomó para solucionar el problema de saturación del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), el cual reporta un incremento de 9% anual de tráfico aéreo, muy por encima de lo estimado.
También advierte que se estableció un calendario “muy ambicioso” para su ejecución y aunque el GACM la obra había previsto que la obra entrara en operaciones a mediados de 2022, ahora se hace necesaria una mayor coordinación entre las dependencias responsables de los contratos directamente implicados en el proyecto y en sus obras complementarias.
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