viernes 29 marzo 2024

México, “caso de estudio” científico sobre mala gestión de la pandemia; pudo evitar 190 mil muertes: Universidad de California

por etcétera

México es un ejemplo de que la combinación entre un “pobre liderazgo” de corte populista y la debilidad de las instituciones llevan a los peores resultados en el manejo de la pandemia, aseguró el director ejecutivo del Institute for Global Health Sciences de la Universidad de California, Jaime Sepúlveda, en el prólogo del estudio La respuesta de México ante la COVID-19: un caso de estudio.

“Estimamos que si México se hubiera conducido como un país promedio, se hubieran evitado alrededor de 190 mil muertes en 2020. Esta cifra no considera el pico de muertes que se registró en enero de 2021”, dice una de las conclusiones del estudio.

El trabajo, realizado por un grupo multidisciplinario dirigido por la Universidad de California por encargo de la Organización Mundial de la Salud, toma a México como un caso claro de lo que no se debe de hacer al gestionar una pandemia.

Enlista:

“Campañas de comunicación gubernamental que priorizan el guardar las apariencias y las políticas de partido por encima de la salud. Las dificultades para encontrar cama en los hospitales desbordados en momentos críticos de la epidemia, aún cuando según las estadísticas oficiales hubiera disponibilidad. La necesidad de echar mano de profesionales de todos los campos de la salud, de practicantes y residentes para responder a la emergencia, frecuentemente sin darles la adecuada capacitación, ni equipo de protección de calidad. El extraordinario estrés emocional entre los profesionales de la salud. Y finalmente, la pesada carga que una epidemia sin control puso en un muy rebasado sistema de salud y sobre la sociedad, mientras el gobierno fallaba en coordinar una respuesta nacional e implementar políticas reales para controlar la infección”.

Y, aunque advierte que el trabajo no toma postura política, no puede evitar señalar los componentes políticos que llevaron a que en el país se registraran muchas miles de muertes, entre ellos, que el gobierno mexicano tiene como prioridad “salvar las apariencias” y que se trata de una administración populista.

“No es coincidencia que los países con los peores desempeños al responder a la pandemia por COVID-19 tengan líderes populistas. Tienen en común rasgos como minimizar la severidad de la enfermedad, desalentar el uso de cubrebocas, priorizar la economía sobre el salvar vida y negarse a unirse con sus oponentes políticos para coordinar una respuesta adecuada. También han interferido activamente, por razones políticas en la implementación de sólidas políticas de salud. Las consecuencias en términos de vidas humanas han sido devastadoras”.

El COVID-19 es, al momento, “la primera causa de muerte en México”. Y, aunque se calcula que para julio de 2021 el mundo tendrá alrededor de 4 millones de fallecidos, no todas las regiones serán igualmente afectadas. “Algunos países se han desempeñado mejor que otros. Entender qué elementos hacen la diferencia y qué lecciones se pueden obtener, es el objeto de este caso de estudio”.

Ese caso de estudio es México.

Entre los resultados más destacables de esta mala gestión se encuentra que “los casos y muertes se han concentrado desproporcionadamente en los municipios con mayores niveles de marginación socioeconómica, especialmente en las zonas urbanas”.

Apunta diversas faltas específicas, como la escasez de pruebas, lo que ha provocado subdiagnóstico y subregistro de muertes.

“Una encuesta de seroprevalencia apunta a fallas en la vigilancia epidemiológica y en el control de la pandemia. Un número excepcionalmente elevado de infecciones no se detecta, aproximadamente una de cada 30”.

Calcula que, de acuerdo a los datos disponibles, las muertes extrahospitalarias rondan el 58%. Esta cifra es coincidente con el reporte de “exceso de mortalidad” que el propio gobierno mexicano colocó en su portal hace un par de semanas. De ese reporte se desprende que hay 60% más muertes que las que diariamente informa el subsecretario Hugo López-Gatell, que toma sus cifras exclusivamente de las muertes en hospitales.

Dice que el gobierno mexicano partió de una visión “optimista” de lo que sería la pandemia (recuérdese cuando se dijo que no era más grave que una gripe), a partir de supuestos infundados que llevaron a una deficiente planeación.

Cabe señalar que el documento citado no es el primero que pone a México como uno de los ejemplos mundiales de mal desempeño en la pandemia. De hecho, todos los recuentos de diverso tipo han colocado al país en los últimos lugares y en todos los casos, han atribuido el fracaso al liderazgo inadecuado de Andrés Manuel López Obrador. En segundo lugar, han señalado la falta de infraestructura dentro del sistema de salud.

El estudio de la Universidad de California dice que en México se combinó un pobre liderazgo con la debilidad institucional. Pero no se ahorra la autocrítica, ya que aclara que aún en países con instituciones fuertes, como Estados Unidos, “el mal liderazgo trajo consecuencias desastrosas en 2020”. Esto, en referencia a la manera en que Donald Trump llevó la pandemia.

El estudio se nutrió de literatura científica, reportes oficiales, conferencias de prensa, artículos periodísticos y casos existentes y estudios comparativos. “También se realizaron análisis originales de la data disponible y se hicieron numerosas entrevistas con líderes de diferentes sectores sociales y gubernamentales, con la finalidad de tomar en cuenta distintos puntos de vista”.

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