lunes 18 marzo 2024

Mario Delgado fue adepto de NXIVM, la secta de Keith Raniere

por etcétera

El dirigente nacional del partido en el poder, Morena, Mario Delgado, fue adepto de la agrupación de coaching destructivo NXIVM (Nexium), cuyo fundador, Keith Raniere, fue encontrado culpable de explotación sexual y pornografía infantil.

En una investigación del periodista Juan Alberto Vázquez, del portal Animal Político, se informa que, durante seis meses del 2016, Delgado realizó a la secta depósitos de 50 dólares, como pago de su membresía en un programa llamado Society of Protectors, parte del Executive Success Program, nombre de la organización en México.

El periodista tuvo contacto con otros ex integrantes del programa SOP. Ellos le confirmaron que el ex titular de la Secretaría de Finanzas de la CDMX, diputado y líder nacional de Morena (desde cuyo cargo ha defendido encarnizadamente a Félix Salgado Macedonio, acusado de violación sexual) “tomó algunos cursos de Executive Success Program (ESP)”.

Según el reportaje, Mario Delgado fue contemporáneo, en los cursos, de Clara Luz Flores, ex alcaldesa de Escobedo, Nuevo León, adepta de rango medio y ahora candidata a la gubernatura de Nuevo León por Morena. Dicha candidatura fue impulsada por Mario Delgado.

La organización también contó con la membresía de Emiliano Salinas, hijo del ex presidente Carlos Salinas de Gortari, pues su perfil de adeptos eran hombres y mujeres de las élites mexicanas y su enfoque, formar “hombres poderosos” y reclutar esclavas sexuales para el líder. Salinas llegó a lo más alto de la organización en México, siendo considerado una persona de confianza de Raniere.

Refiere el texto que en el ahora desaparecido sitio web de la SOP se informaba que se buscaba ayudar a los varones a volverse en “miembros más poderosos e influyentes de la sociedad” y a crear una “red de hombres honorables” que se apoyen entre sí.

Como tantas organizaciones similares de corte sectario, SOP/ESP/Nexium tenía un sistema de insignias para distinguir la jerarquía de los miembros, obtenida a base de pasar “niveles” y adquirir cursos de elevado precio.

“Los de primer ingreso tenían una estola blanca, luego cambiaba a amarillo, naranja, azul, verde y morada”, señala.

La naturaleza de las “enseñanzas” de Raniere, que eran ciegamente aceptadas por sus seguidores, tanto varones como mujeres, era profundamente machista y abusiva. Solía afirmar que un hombre fuerte puede controlar muchas mujeres o que las mujeres suelen ser “bebés histéricos” que no pueden afrontar la verdad.

Raniere se rodeó de un círculo de seguidoras que le otorgaban favores sexuales, dejaban de comer para mostrarle obediencia e incluso se dejaban marcar la piel a fuego. Muchas de ellas le sirvieron como enganchadoras para atraer nuevas víctimas.

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