jueves 18 abril 2024

Los lujos de la “austeridad republicana”

por etcétera

Bandera de todas las campañas electorales de Andrés Manuel López Obrador, la “austeridad republicana” es una consigna, no una realidad, y así lo demuestran los gastos, lujos y privilegios de que goza la élite de la autodenominada “Cuarta Transformación”.

Desde las empresas que de manera sorprendente lograron levantar los hijos del mandatario, hasta las 23 casas y dos terrenos que poseen Manuel Bartlett y su pareja y que no fueron motivo de sospecha de corrupción para la actual administración, ya que el director de la CFE fue exonerado por la Secretaría de la Función Pública. Su titular, Irma Eréndira Sandoval, por cierto, también tiene un notable patrimonio: 5 casas y un terreno, por valor de 60 millones de pesos.

Ejemplos hay muchos y de diversos calibres. Además de casas, departamentos o terrenos, en algunos casos se trata de gastos personales a cuenta del erario, en otros, de excesos en gastos de campaña y otros más, de elevadísimas percepciones por hacer propaganda al actual gobierno.

A continuación, algunas muestras muy emblemáticas.

Irma y John

En junio de 2020, el periodista Carlos Loret de Mola informó que la titular de la SFP, Irma Eréndira Sandoval, y su marido, el profesor, columnista y conductor de televisión John Ackerman, poseen bienes inmuebles incompatibles con sus ingresos como funcionaria pública, ella y como académico de la UNAM, él. Poseen cinco casas y un terreno. El valor de sus propiedades excede a los ingresos de ambos en el periodo mencionado. Loret de Mola, en el portal LatinUs, señaló que esas propiedades fueron adquiridas de contado.

Tras la revelación, Ackerman declaró que ni él ni su esposa estaban obligados a explicar nada a nadie, ya que se trataba de un patrimonio construido con muchos años de trabajo, un premio que recibió Irma cuando aún no era funcionaria y regalos monetarios que dieron los padres del académico. Además, negó que se haya tratado de un “descubrimiento” de Loret, ya que toda la información es pública.

Bartlett Bienes Raíces

Es quizá el ejemplo más extremo al momento, ya que conjunta una gran cantidad de bienes no declarados, la explícita defensa del propio presidente y el torcimiento de la normativa que aplica a servidores públicos. Todo, para exonerarlo.

La revelación de este caso también fue mérito del equipo de Carlos Loret de Mola, en concreto de su colaboradora Areli Quintero. La periodista informó, en agosto de 2019, que Manuel Bartlett y su pareja, Julia Abdala Lemus, poseían una gran cantidad de propiedades, aunque la gran mayoría solo estaban a nombre de ella. Que a partir de 2001, Julia Abdala aceleró la adquisición de casas en zonas de elevada plusvalía y que, al no estar casada con Bartlett, ante la ley, el funcionario no era propietario.

Cuando el ex priísta asumió la dirección de la CFE, declaró que “sólo” poseía dos edificios y tres locales.

Tras destaparse el escándalo, la titular de la SFP asumió la “investigación” del caso, pero fue tan audaz como para declarar que Bartlett no estaba en falta aún antes de que dicha investigación se realizara. Al tiempo, AMLO declaró en varias ocasiones que le tenía “mucha confianza” al funcionario.

Tras algún tiempo de supuesta revisión, la SFP exoneró al ex secretario de Gobernación.

El depa de Olga

Olga Sánchez Cordero tiene un pasado muy “fifí”: durante su carrera como ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y esposa de un notario público, gozó durante décadas de elevadas percepciones.

A pesar de las múltiples declaraciones que hizo AMLO durante años en contra de los ministros y sus sueldos “inmorales”, la nombró titular de Segob, en donde Olga también goza de un salario elevado.

No es la única contradicción con la pregonada austeridad. Olga también protagonizó un episodio contrario a la transparencia –otra de las consignas del presidente— cuando en su declaración patrimonial apareció como “reservada” la información de un departamento ubicado en Houston, Texas, con valor de más de medio millón de dólares.

Fue el diario Reforma el que informó de lo que había detrás de dicha reserva de información en la declaración de la funcionaria, a lo que ella dijo que la responsabilidad se encontraba en la Secretaría de la Función Pública.

“Soliciten a la Dirección de Responsabilidades y Situación Patrimonial de la Secretaría de la Función Pública aclare las razones por las cuales se reservó esta información, siendo que yo di la instrucción que se publicara”.

En respuesta, Irma Eréndira Sandoval señaló que “no era un tema” de la SFP, sino que por tratarse de una propiedad mancomunada, se tenía que dar una autorización de puño y letra de parte de la funcionaria, y además, no se daría de alta de forma automática. Y acusó a Sánchez Cordero: “Ella sabía, sus asesores cercanos sabían que la información en el sistema de Declaranet no iba a ser dada de alta de manera automática”.

El tinte de Layda

La actual aspirante a la gubernatura de Campeche por Morena, Layda Sansores, no solo es una experimentada “chapulina” que ha brincado de partido en partido y de cargo en cargo.

También es lo bastante despreocupada como para usar el erario para comprar artículos personales como maquillaje, joyería, bolsos de mano, juguetes, desodorante y tinte capilar, para conservar su famoso tono rojo encendido.

Una investigación del noticiero En Punto, de Denise Maerker reveló, en agosto de 2018, que cuando fue senadora facturó a cargo del Senado de la República gastos personales por 700 mil pesos, tan sólo durante 2016 y 2017.

Cuando se dio a conocer esta información, Sansores ya era alcaldesa de Álvaro Obregón, por parte de Morena. Aún así, el partido la apoyó y ahora, con el apoyo decidido del dirigente nacional de ese partido, Mario Delgado, buscará gobernar Campeche, su estado natal.

También se puede mencionar a Antonio Attolini, quien con frecuencia critica a los privilegiados del “neoliberalismo”, siendo que es egresado del muy privilegiado ITAM.

O a Gibrán Ramírez, que se ha erigido en ideólogo de la 4T, defendiendo la austeridad, el combate a la corrupción y la defensa del pueblo mientras tiene ingresos que superan el millón de pesos al año cubriendo varios cargos al mismo tiempo. 

El presidente López Obrador no retira el apoyo a estos personajes. Al contrario. Su apoyo los sostiene en sus respectivos lugares.

Pero, no obstante, el mandatario sigue pregonando y aplicando la austeridad, pero no en perjuicio de sus allegados políticos, sino del presupuesto para compra de medicamentos para el cáncer, refugios para mujeres maltratadas, aguinaldos para empleados de nivel bajo y medio del gobierno federal, compra de insumos médicos para enfrentar la pandemia, por citar algunos casos.

En cambio, la austeridad no fue obstáculo para que determinara crear un nuevo cargo: el gobernador de Palacio Nacional, donde reside desde que tomó el poder, en simbólica contradicción con la austeridad de la que se ufana.

 

También te puede interesar