Poco después de que el gobernador de Texas, Greg Abbott, promulgara la ley antiinmigrante SB4, la cual veta las “ciudades santuario”, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), a través de un comunicado, lamentó este lunes dicha legislación por los “efectos negativos que podría tener en la comunidad mexicana que vive en ese estado”.
“La Cancillería manifiesta su preocupación respecto de la ley SB4 porque contiene elementos que podrían ser lesivos para los derechos de las personas mexicanas y de origen mexicano que viven y visitan ese estado, y que representan cerca de una tercera parte de su población total”.
En este sentido, la nueva norma autoriza a policías locales interrogar sobre su situación migratoria a toda persona que haya sido detenida por cualquier motivo y prevé el retiro de fondos públicos para aquellos departamentos que no acaten las leyes de inmigración.
“Este tipo de medidas criminalizan aún más el fenómeno migratorio, fomentan actos de discriminación racial y reducen la colaboración de la comunidad migrante con las autoridades locales”.
La nueva ley SB4 entrara en vigor el próximo 1 de septiembre.
En su comunicado, la SRE se compromete a dar seguimiento puntual a la implementación de la ley con el fin de proteger a los conacionales en EU.
Los jefes de policía de las principales ciudades de Texas también se manifestaron en contra de la nueva directriz, así como múltiples organizaciones defensoras de los derechos de inmigrantes, quienes advirtieron que acudirán a las Cortes para frenar su aplicación por considerarla anticonstitucional.
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