El 2018 tiene dos protagonistas con un lugar asegurado: Andrés Manuel López Obrador y el candidato que nombre Enrique Peña Nieto por el PRI. Lo interesante es que todo indica que a esos dos se puede sumar un tercero que convierta a la elección en una carrera con tres actores fuertes en el arranque.
Andrés Manuel, como todo mundo sabe, va con su partido —Morena—, el PT, no pocos perredistas y externos que ya se ven como beneficiarios de la ola de cargos que jalará AMLO consigo, incluso perdiendo la carrera presidencial; en el caso del PRI todo indica que irá acompañado del Partido Verde, Nueva Alianza y Encuentro Social; y si se cumplen los planes de Ricardo Anaya, Alejandra Barrales y Dante Delgado, tendremos una tercera propuesta con el PAN, lo que queda del PRD y el peso regional de Movimiento Ciudadano, con la promesa de que ese frente podría postular no sólo a los mismos políticos de siempre sino a ciudadanos externos que cuenten con prestigio y capacidad de ilusionar y gobernar.
La jugada hoy parece más cerca de volverse realidad. Pese a los pronósticos de algunos que aseguraban que esta alianza sería reventada dentro de los propios partidos que la integran, todo apunta a que los actuales dirigentes tienen la capacidad de formarlo en serio.
Sólo que para que eso funcione tienen que tener no sólo un nombre y un logo común sino una oferta concreta que justifique por qué actores distintos se pueden poner la misma camiseta. La clave pasa, primero, por la agenda. ¿Para qué quieren llegar al poder esos actores? ¿Cuál es la propuesta de gobierno que pretenden llevar? El tema es clave porque el país tiene un serio déficit en muchos temas —combate a la corrupción, a la pobreza y a la inseguridad, por mencionar tres de los problemas centrales—, y hasta ahora ninguna persona de las que aspira a Los Pinos ha mostrado una propuesta concreta en esos desafíos.
Lo segundo pasa por definir las caras que mostrará ese frente. Porque si el discurso es correcto pero sus candidatos más importantes son Ricardo Anaya, Santiago Creel, Miguel Ángel Mancera o alguna otra figura desgastada, el mensaje resultará poco convincente. De ahí que sea clave que definan en las próximas semanas quiénes se podrían sumar a ese proyecto que podría redefinir el tablero en las próximas elecciones.
Hasta ahora parece que —como prueba de vida— el Frente tiene un primer producto reflejado en la oposición de esos partidos y sus bancadas al paso de la PGR a la Fiscalía General de la Nación. Al menos yo no recuerdo, en muchos años, un desplegado como el publicado ayer en algunos diarios que tuviera las firmas de las dirigencias del PAN, PRD, Movimiento Ciudadano y de integrantes destacados de sociedad civil como Emilio Álvarez Icaza, Juan Ramón de la Fuente, Federico Reyes Heroles, Cuauhtémoc Cárdenas y José Woldenberg.
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