El presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, Luis Raúl González Pérez, advirtió que la impunidad en que quedan la mayor parte de los casos de agresiones y asesinatos de periodistas, alienta que este fenómeno siga y los informadores realicen su trabajo en condiciones de riesgo para su integridad.
Al presentar el estudio del seguimiento que el organismo ha emitido sobre agravios a periodistas, el ombudsman señaló que si el nuevo gobierno quiere hablar verdaderamente de democracia y reconciliación, primero es necesario hacerlo de justicia, verdad y una prensa libre. Hizo un llamado a que desde las distintas instancias de gobierno competentes en esta problemática, se instrumenten políticas públicas para revertirla.
González Pérez adelantó que se buscará modificar la reglamentación interna de la CNDH a fin de que sea obligatorio que las diferentes autoridades respondan a las recomendaciones que emite el organismo, ya que hoy en día esto no ocurre y ello provoca que, principalmente a nivel de los gobiernos estatales, se haga caso omiso de estos pronunciamientos.
Por su parte, el investigador de la UNAM, Raúl Trejo Delabre, expuso que dentro del contexto de la violencia que rodea al ejercicio del periodismo, el caso de Tamaulipas es alarmante dada la erosión institucional que existe en dicha entidad, que deja en la indefensión a los periodistas. Asimismo, cuestionó que la mayor parte de las recomendaciones relacionadas con las agresiones a representantes de la prensa, queden en simples acuses de recibo.
A su vez, Ana Cristina Ruelas, directora de la organización Artículo 19 coincidió en que en los estados no hay certeza sobre las investigaciones de los casos de hechos de violencia o asesinatos en contra de periodistas ni tampoco garantías de no repetición.
Según datos de la CDNH, de las cuatro recomendaciones generales emitidas sobre este tema en 2004, 2009, 2013 y 2016, se recibieron un total de 208 respuestas por parte de las gobiernos estatales, pero no existe un seguimiento personalizado de los casos.
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