viernes 29 marzo 2024

Hostilidad de AMLO contra la prensa, peor que siniestra: The Spectator, semanario británico

por etcétera

“En México, peores destinos pueden ocurrirle a un columnista controvertido que ser el blanco de una turba indignada en Twitter”, escribió Toby Young, editor asociado de la publicación británica The Spectator, sobre las agresiones a periodistas en el país, con énfasis en los asesinatos de periodistas y de la tarascada del presidente Andrés Manuel López Obrador contra Carlos Loret de Mola.

En un texto titulado “Mexico is no country for journalists” (México no es país para periodistas), Young cuenta su reciente viaje al país y su experiencia con resporteros en México y su observación de la conducta presidencial.

Recuerda su encuentro con Ioan Grillo, periodistas inglés que ha trabajado intensamente en el país, al que le ha dedicado cuando menos un par de libros, quien le dijo que “México es el lugar más peligroso del mundo para que un periodista trabaje que no sea una zona de guerra (al menos, no oficialmente)”. Y le hizo saber que diariamente son asesinadas un centenar de personas y hay cerca de 100 mil desaparecidos.

Cuenta que los corresponsales extranjeros en México están indignados con el comportamiento de López Obrador, al que describe como “populista de izquierda y amigo de Jeremy Corbyn”, que “ha hecho poco para ocultar su disgusto por los periodistas, y los critica regularmente por vender ‘noticias falsas’”.

Añade que el desprecio mostrado por el presidente mexicano sería preocupante en cualquier jefe de Estado de Latinoamérica, pero lo es más en el contexto de México, donde más de 120 periodistas han sido asesinados desde el año 2000. Y señala: “La hostilidad de AMLO hacia los medios se ha convertido en algo aún más siniestro en el último par de semanas”.

Lo ocurrido en el periodo señalado es la revelación de la casa de Houston del hijo del presidente de México, que pertenece al ejecutivo de una empresa petrolera que tiene negocios con el gobierno mexicano. Escribe Young: “Esto fue muy vergonzoso para AMLO, quien ha pasado años cultivando su imagen de fanático anticorrupción y hombre frugal del pueblo. No tiene cuenta bancaria ni prosperidad vuela económica y le gusta comprar tacos en las esquinas”. Además, ha reprendido a la gente por querer tener una tarjeta de crédito o más de un par de zapatos.

Ante esa revelación, Young relata que López Obrador reveló información privada de los ingresos del periodista, sobre lo que anota: “Esta divulgación fue una violación de la privacidad y muy posiblemente ilegal, pero el presidente estaba desesperado por desacreditar la historia”.

El editor de The Spectator cuenta que esa difamación del presidente enardeció a la prensa también por otro hecho: un día antes había sido asesinado el periodista Heber López. “Era como si AMLO, en lugar de condenar ese crimen, declarara temporada abierta para otro asediar a otro reportero. Poco después de la conferencia de prensa, Mola dijo que su vida ahora estaba en peligro”.

Finalmente, Young menciona que esos son los peligros de los periodistas en México, y señala, “con cierto orgullo”, que el embajador británico ha sido casi el único en pronunciarse en defensa de la libertad de prensa.

Por ese contexto, Young concluye: “En México, peores destinos pueden ocurrirle a un columnista controvertido que ser el blanco de una turba indignada en Twitter”.

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