Pese a haberse fugado de un penal de máxima seguridad, Joaquín “El Chapo” Guzmán no enfrentará ningún cargo por su huida, explicaron fuentes pertenecientes al gabinete de seguridad.
La explicación –difundida este lunes por Excélsior– se basa en el artículo 154 del Código Penal Federal, el cual especifica que únicamente será motivo de sanción una fuga cuando se haya requerido violencia para realizarla o si se requirió el apoyo de otros reos.
“Al preso que se fugue no se le aplicará sanción alguna, sino cuando obre de concierto con otro u otros presos y se fugue alguno de ellos o ejerciere violencia en las personas, en cuyo caso la pena aplicable será de seis meses a tres años de prisión”, se lee en el artículo referido.
En el caso de los que apoyen a encarcelados detenidos por delitos contra la salud los colaboradores recibirán una pena de entre siete y 15 años de prisión, y si ya tiene una sentencia, serán 20 años más de cárcel a su condena.
Aunado a ello, “si quien propicie la evasión fuese servidor público, se le incrementará la pena en una tercera parte de las penas señaladas en este artículo, según corresponda”.
De este modo, Guzmán Loera enfrentará todos los procesos penales que dejó pendientes cuando se fugó el 11 de julio del año pasado con el número de reo 3578: dos autos de formal prisión, cinco órdenes de aprehensión en su contra (más las dos de la Interpol) y el seguimiento de ocho procesos.
Esto sin mencionar que también será requerido como testigo en el caso de los funcionarios públicos y policías acusados de ayudarlo a escapar del penal del Altiplano, entre ellos, once policías federales, el exdirector del penal, Valentín Cárdenas Lerma, y la excoordinadora de Ceferesos, Celina Oseguera.
mahy
