En un muy agresivo comunicado, el Gobierno de México respondió al Parlamento Europeo su dura resolución sobre la situación de los periodistas. Tilda a los eurodiputados de “borregos” e “injerencistas”, y no acepta la situación de violencia que viven los reporteros en México, además de alegar que México no es colonia.
En un documento publicado en la página del Gobierno de México, cuya autoría institucional es de la Presidencia de la República, cuyo titular es Andrés Manuel López Obrador, se dio la ofensiva contestación a la dura resolución que aprobó este jueves sobre la grave situación de periodistas y defensores de derechos humanos en el país.
Sin replicar con datos y hechos a la declaración del Parlamento Europeo (a la que llama “panfleto”), el gobierno de México dice que es lamentable que los diputados de ese órgano “se sumen como borregos a la estrategia reaccionaria y golpista del grupo corrupto que se opone a la Cuarta Transformación, impulsada por millones de mexicanos para enfrentar la monstruosa desigualdad y la violencia heredada por la política económica neoliberal que durante 36 años se impuso en nuestro país”.
Además, el gobierno alega viejos eslóganes de López Obrdor: que México no es tierra de conquista ni una colonia.
Sin ofrecer ningún hecho ni argumento que avale su dicho y como si la situación del país fuera muy buena, el gobierno mexicano afirma que en el país “se están haciendo valer los principios libertarios de igualdad y democracia. Aquí no se reprime a nadie, se respeta la libertad de expresión y el trabajo de los periodistas. El Estado no viola los derechos humanos como sucedía en gobiernos anteriores, cuando ustedes, por cierto, guardaron silencio cómplice”.
Como presunto aval de lo que dice, el gobierno de México no aporta datos ni hechos sobre la situación de los periodistas ni de los defensores de derechos humanos, sino la popularidad de López Obrador, que, presume, es del 66 por ciento de aprobación, por lo cual es el segundo lugar en el mundo. Y agrega, con soberbia: “Dicho sea de paso, con más aprobación que los gobernantes europeos”.
Ya en un tono bravucón en el tenor de López Obrador, el gobierno de México recomienda a los diputados del Parlamento Europeo que, “para la próxima”, se informen “y lean bien las resoluciones que les presentan antes de emitir su voto. Y no olviden que ya no somos colonia de nadie. México es un país libre, independiente y soberano”.
El belicoso comunicado del gobierno mexicano concluye de la siguiente manera: “Evolucionen, dejen atrás su manía injerencista disfrazada de buenas intenciones. Ustedes no son el gobierno mundial y no olviden lo que decía ese gigante de las Américas, el presidente Benito Juárez: ‘Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz’”.
