Luego de conocerse que formaba parte de un grupo de WhatsApp en el que se exhibían imágenes íntimas de mujeres indígenas, Rolando Vásquez Pérez, quien fungía como jefe del Departamento Normativo de Control de Plazas del Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI) en Oaxaca, se vio forzado a renunciar a su cargo.
Sandra Domínguez Martínez, abogada y defensora de derechos humanos de las mujeres en aquella entidad, denunció la existencia de un chat en WhatsApp en cual participaban 100 hombres; además del servidor público ya mencionado, también estaban Juan Eliel Hernández, Líder de Grupos Desplazados de la Sierra Norte y Donato Vargas, excandidato a diputado local por la región Mixe y también funcionario del INPI.
De acuerdo con el reporte de El Universal, la activista refirió que uno de sus contactos le advirtió de la existencia de ese chat en donde aparecía una fotografía suya con un signo de pesos. Al revisarlo, encontró que había en él varias imágenes íntimas de mujeres mixes; detalló que las bajan de sus perfiles de redes sociales para hacer comentarios misóginos y discriminatorios hacia ellas.
La litigante reprobó estas prácticas y dio a conocer que presentó una denuncia ante las instancias judiciales correspondientes, contra quien resulte responsable, esto luego de obtener pruebas sobre la creación del grupo y la identidad de los administradores, así como testimonios de otras mujeres que fueron exhibidas entre conversaciones.
Sandra Domínguez reveló que Donato Vargas, uno de los involucrados, reconoció su participación en este chat y le ofreció disculpas. De igual manera, relató que recabó varios testimonios que le corroboraron la intervención de Rolando Vásquez, quien en diversas ocasiones había tenido un comportamiento hostil hacia su persona
Hizo un llamado al titular del INPI, Adelfo Regino Montes, para que intervenga en este asunto y no permita que los funcionarios de la dependencia que encabeza, acosen a las mujeres a pesar a que en Oaxaca, desde el año pasado, la violencia digital está tipificada como un delito.
Por otra parte, cabe mencionar que el gobierno del ayuntamiento de Tamazulápam del Espíritu Santo, de donde es originario Rolando Vásquez, salió en su defensa y en un comunicado oficial, señaló que si bien el funcionario pudo haber incurrido en actos considerados como violencia de género, en el desempeño habitual de su cargo se conduce con “cordura, legalidad, honorabilidad y respeto”. En el documento, firmado por el alcalde Artemio Ortiz, descalifica la denuncia de Sandra Domínguez como una de las víctimas de violencia machista en el chat de WhatsApp.
No obstante, Rolando Vásquez, anunció en su perfil de Facebook su decisión de renunciar a su cargo, no sin antes negar su participación en los hechos y asegurar que siempre trabajó en favor de las mujeres y las niñas. Dijo tener la conciencia tranquila y “calidad humana ejemplar”.
A su vez, el INPI emitió un boletín en el cual señala que aceptó la renuncia de Rolando Vásquez y se deslindó de los actos atribuidos al ahora exfuncionario. Refrendó su respeto a los derechos de las mujeres y anunció que se reforzarán las acciones de sensibilización entre su personal para erradicar todo tipo de violencia de género.
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