martes 19 marzo 2024

En 2015 Ebrard se fue porque no quiso enfrentar ni calumnias; nadie le dijo que lo hiciera

por etcétera

En 2015, en medio de las primeras reparaciones a la Línea 12, investigaciones y acusaciones sobre el caso, Marcelo Ebrard se fue del país por las calumnias y la falta de espacios políticos, según dijo. Entonces no hubo quien le aconsejara que se quedara a enfrentar la situación.

Salió de México en 2015, y se le pudo ver públicamente hasta diciembre de 2017, ya muy cerca de Andrés Manuel López Obrador. Según se supo, estuvo principalmente en París, Francia, donde pasó una buena temporada.

Cuando decidió irse circulaban las versiones sobre la mala construcción de la Línea 12 del Sistema de Transporte Colectivo Metro, una obra en la que se invirtieron 24 mil millones de pesos y que Ebrard había inaugurado con bombo y platillo en octubre de 2012, prácticamente en vísperas de dejar la administración del Distrito Federal.

Diversas fallas que se presentaron en la Línea 12 llevaron a que fuera cerrada en marzo de 2014, ni siquiera a dos años de haber sido abierta. El entonces jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, dijo que técnicos y expertos consideraban que “no es factible operar la L12 cumpliendo altos estándares de seguridad”.

La Línea 12 fue reabierta en su totalidad hasta 20 meses después, en noviembre de 2015. En aquella ocasión Eduardo Rovelo, contralor del Distrito Federal, comentó que había 86 indagatorias relacionadas con las fallas en la construcción de la llamada “Línea Dorada”. Con ellas estaban relacionados 26 funcionarios y 12 con imputaciones penales.

En un contexto marcado por esos hechos y por su distanciamiento de Mancera, Ebrard dejó el país para residir en Estados Unidos y, principalmente, en Francia. Parecía que se trataba de una huida, principalmente por lo ocurrido con la Línea 12.

Ebrard regresó a la vida pública en México en diciembre de 2017, en apoyo de Andrés Manuel López Obrador. En agosto de 2018, ya propuesto como secretario de Relaciones Exteriores por el presidente electo, fue entrevistado por Carlos Loret de Mola, en la que dijo que los gobiernos del Distrito Federal y el federal le mostraron hostilidad y lo hicieron víctima de infundios y calumnias. Remató entonces: “No tenían fundamento todas esas ofensivas porque si las hubieran tenido no estaría aquí”. Pero mientras tanto se había ido del país en previsión de lo que él debe saber.

Sobre lo que llamó calumnias culpó específicamente a Mancera, quien tenía aspiraciones presidenciales pero que “acabó como senador”. Por esas ambiciones Mancera habría buscado destruir a adversarios con calumnias.

Acerca de lo ocurrido con la Línea 12 (asunto que ha revivido en este 2021 con múltiples señalamientos contra Ebrard), dijo entonces que ninguna de las acusaciones contra él habían prosperado.

En la entrevista con Loret de Mola Ebrard explicó que no se le había permitido participar políticamente en el país: al interior del PRD no había logrado que este partido rechazara firmar el Pacto por México, y después ni siquiera le permitieron ser diputado suplente por Movimiento Ciudadano en 2015. Incluso declaró que tuvo una leve participación en la campaña presidencial de Hillary Clinton en 2016.

Pero estuvo una buena parte de ese tiempo (según Ebrard, para aprovecharlo)  en París, donde, dijo, vivió en un departamento de 70 metros que le rentó un amigo. En esa época vivió de conferencia y asesorías.

Así, en 2015 Ebrard dejó México en medio de acusaciones, lo que él llama “calumnias” y falta de espacios para participar políticamente. Para no errar, prefirió irse, sin que tuviera a alguien que le recomendara quedarse a enfrentar las imputaciones o difamaciones que se le hacían.

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