Tal y como lo adelantó Andrés Manuel López Obrador desde la campaña, la comunicación social de su gobierno, se maneja desde la Presidencia de la República y desde ahí se dictan los lineamientos para los mensajes institucionales en medios tradicionales y digitales.
El control que se ejerce desde la oficina presidencial es tal, que las dependencias federales y sus funcionarios tienen prohibido crear hashtags en redes sociales sin previa autorización, también se les instruye a no autonombrarse en los mensajes e incluso, se les da la indicación expresa de escribirlos en primera persona de plural.
Según un documento interno enviado a los enlaces de Comunicación Social, consultado por el periódico Reforma, las secretarías y dependencias federales deben garantizar una presencia permanente en las redes, y en este sentido, no pueden pasar más de 24 horas sin efectuar alguna publicación, y a fin de cumplir con dicha disposición, se les recomienda crear un plan semanal y mensual de los contenidos a difundir. Más aún, se les sugiere abordar algunos temas de “conversación” como las conferencias de prensa del presidente López Obrador, así como los programas que él ha establecido como prioritarios.
Otra advertencia consiste en que las cuentas oficiales no pueden dar RT a medios de comunicación y que las dependencias sólo podrán operar las cuentas que les sean autorizadas previamente, tanto en Twitter como en Facebook.
Con estos lineamientos, el Gobierno de México busca concentrar su estrategia de comunicación en el ámbito digital, donde su meta para el presente año es llegar a 50 millones de usuarios de internet, cifra que representa el 63.29% del total de usuarios que hay en el país.
Se establece que este universo de mexicanos va de los 18 a los 65 años de edad, que residen tanto en México como en el extranjero, y a quienes pretenden llegar a través de plataformas como Facebook, Twitter, Instagram, Whatsapp y correos electrónicos.
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