Cancelar las obras ya en marcha del nuevo aeropuerto para Ciudad de México tendrá impactos financieros y económicos negativos en el corto y mediano plazo, lo cual obligaría a una revisión y replanteamiento de las perspectivas macroeconómicas, advirtió Citibanamex.
En un informe titulado “Nuevo Aeropuerto en CDMX: ¿En Vísperas del ‘Error de Octubre’?”, la institución financiera señala que aun antes de asumir el poder, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador tendrá frente a sí su primera prueba al decidir someter a consulta un proyecto de suma importancia, pues confrontará la credibilidad del Estado Mexicano ante los inversionistas con la voluntad de su base electoral.
“En particular, proveerá a los mexicanos y a los mercados de señales significativa sobre las capacidades de estadista y el estilo de gobernar del nuevo presidente; la manera como se diseñará la política pública en México a partir del 1º de diciembre cuando AMLO tome posesión; y 3, cuál de los grupos dentro del equipo de gobierno de AMLO, el de los moderados o el de los políticos populistas, está ganando mayor influencia sobre él”, indica el documento.
Citibanamex expone en su análisis que si bien en el periodo de transición, López Obrador había enviado algunas señales tranquilizadoras a los mercados como la composición de su gabinete económico, la postulación de Jonathan Heath para la Junta de Gobierno de Banxico y su respaldo a las negociaciones del Tratado de Libre Comercio, resultan ahora sorprendentes la retórica y discusión alrededor del nuevo aeropuerto.
La institución destaca que lo que está en juego es el destino de una obra de infraestructura de gran relevancia, la cual registra un avance de más de 30% y para la cual se ha ya asegurado cerca del 70% de sus requerimientos financieros. Y si bien existe un margen para mejorar el proyecto actual del NAIM, la otra alternativa que se plantea, consistente en el trinomio de rehabilitación del AICM, habilitar dos pistas en Santa Lucía y más rehabilitación del aeropuerto de Toluca, no tiene fundamento alguno, indica.
“Ninguna de esas opciones individuales ha sido estudiada a profundidad, eso llevaría tiempo. Por ejemplo, a MITRE -la autoridad líder a nivel mundial en esta materia- le tomó casi tres años sólo confirmar la factibilidad de cambiar la orientación de las pistas en Texcoco de lo originalmente previsto a lo que hoy contempla el NAICM. Ahora, sólo en términos de capacidad esperada, la alternativa de AMLO aparece insuficiente para satisfacer la demanda de 68 millones de pasajeros al año que se espera arriben a la Ciudad de México por aire para 2025. Esto se debe a que los tres sitios propuestos para operar simultáneamente comparten el mismo espacio aéreo y, por consiguiente, no podrían realizar operaciones simultáneas”, explica el reporte.
Asimismo, detalla que cualquiera que sea el resultado de la consulta, reflejará de otra manera una decisión y postura personal de López Obrador, quien originalmente se había pronunciado consistentemente en contra de la obra que actualmente se lleva a cabo en Texcoco, principalmente por sus costos y sospechas de posible corrupción. No obstante, a lo largo de la campaña y en el periodo de transición ha ido modificando sus opiniones.
“Creemos que el escenario más probable -y más positivo- es la continuación del proyecto actual, aunque recientemente se ha ido volviendo un pronóstico reservado: creemos que, concluida la consulta, AMLO anunciará que la mayoría popular decidió continuar con el NAICM en Texcoco. Esto querría decir que AMLO está persuadido de la racionalidad económica de esta opción y/o que está consciente de los crecientes costos económicos, financieros y políticos de suspenderlo. Podrá argumentar que fue decisión de la gente y que él está dispuesto a cumplir la voluntad popular incluso en contra de sus preferencias personales”, establece el informe.
Citibanamex puntualiza que ve con preocupación que el uso discrecional de consultas públicas para tomar decisiones en materia de obra pública pueda convertirse en una estrategia, pues no son representativas de toda la población y será sólo un porcentaje mínimo sobre el cual recaiga tal responsabilidad.
“Los referéndums y otras formas de democracia directa son instrumentos útiles para tomar decisiones en diversos lugares del mundo. Pero su representatividad y su utilidad como mecanismos informativos para involucrar a la sociedad en decisiones de carácter público tienden a estar claramente regulados en los contextos democráticos más sólidos y menos en los regímenes más personalistas”, concluye.
arg
