La organización Semáforo Delictivo confirmó que los homicidios dolosos en México se incrementaron en 10% en el primer trimestre de 2018, respecto al mismo periodo del año pasado, y de continuar la tendencia, el presente año podría ser el más violento de la historia reciente del país.
En conferencia de prensa, el presidente de la agrupación, Santiago Roel, señaló que la violencia que se vive en el país es compleja y multifactorial, por lo que requiere de una estrategia integral para hacerle frente; por ello, consideró que no será posible reducirla en seis meses como lo expresara ayer el presidente Andrés Manuel López Obrador; desde su punto de vista, también es poco realista suponer que sólo con programas sociales se resolverá el problema; de hecho, indicó, no hay evidencias de una relación directa entre la pobreza y la actividad delictiva de los cárteles, reporta Reforma.
“No es a través de dádivas como lo vamos a resolver, en el largo plazo lo que hay que resolver es el crecimiento económico. La mejor manera de combatir la pobreza extrema es con crecimiento. La pobreza no causa violencia, es al revés, la violencia sí nos causa pobreza porque nos impiden que mucho invirtamos o nos sintamos seguros, o viajemos”, explicó.
Al presentar los principales datos del informe que Semáforo Delictivo elaboró respecto al comportamiento de los homicidios en los primeros tres meses del año, Roel subrayó que aquellas entidades donde más repuntó este delito, no son precisamente los que históricamente registran mayores indicadores de pobreza.
De acuerdo con el reporte, Nuevo León presentó la mayor tasa de incremento con 104%, seguido de la Ciudad de México con 48%; Tabasco, 47%; Quintana Roo, 46% y Jalisco, 38%. En contraste, los estados que presentaron una disminución en este ilícito, fueron Nayarit, Tamaulipas, Guerrero y Durango.
Santiago Roel precisó no se trata de estar en contra de que se atienda la pobreza, sino que ésta no debe ser vista como la única causa determinante de los niveles de violencia que se registran en diferentes puntos del país; consideró que el presidente debe tener un diagnóstico más amplio sobre esta problemática para instrumentar una estrategia integral y no sólo con acciones aisladas como la política social o la Guardia Nacional.
“No esperemos que por combatir temas sociales vayamos a bajar la violencia. Hay que ayudarle al Presidente, que lo vuelva a entender porque parece ser que se le perdió en el camino”, indicó.
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