miércoles 24 abril 2024

Con “seis mil pesitos” se puede construir cerca del penal del Altiplano: testimonio

por etcétera

Con un soborno de seis mil pesos cualquier persona puede construir en las inmediaciones del Cefereso 1 del Altiplano, Estado de México, penal de donde se escapó este sábado el líder del Cártel de Sinaloa, Joaquín “El Chapo” Guzmán, pese a que es una zona donde las construcciones están prohibidas.

Esto de acuerdo al testimonio recogido por El Financiero de Juan Manuel, un habitante de la colonia Santa Juana, quien tiene su casa a unos 500 metros de una de las torres de la prisión y en 2011 solicitó a las autoridades locales un permiso para ampliar su vivienda, mismo que en principio le fue negado.

Sin embargo, poco después le dijeron que si “le entraba con seis mil pesitos” le darían la autorización para construir una habitación más cerca de una zona que presuntamente está altamente vigilada por un operativo que evitaba el escape del capo.

“Esto es lo que me pidieron para poder construir: ‘Solicitud de licencia municipal de construcción, impuesto predial actualizado, escritura o documento que acredita la propiedad, licencia de uso de suelo, dos copias de planos arquitectónicos y estructurales firmados por el perito responsable de la obra, copia vigente de la cédula del perito y dictamen de impacto regional'”, muestra el testimonio en la aprobación impresa para la ampliación.

Además de relatar cómo pudo ampliar su hogar, Juan Manuel afirma que sí notó la construcción de la casa que sirvió de fachada para elaborar la salida del túnel por donde escapó “El Chapo”. Narra que siempre había de tres a cinco veladores vigilando el lugar, mismos que actuaban con normalidad y se movían en una camioneta blanca tipo estaquitas con placas del Estado de México.

Lo mismo señala la dueña de la Miscelánea Conasupo, ubicada a 10 metros del entronque de la carretera de la comunidad con el camino de terracería que conduce al túnel, quien asegura que si bien ubicaba a los veladores referidos, no conoce sus nombres.

La encargada sostiene que solo le compraban papel higiénico, refrescos, cervezas, azúcar, pan integral, frijoles, chiles enlatados, focos, frituras y de vez en cuando ron, aguardiente y hielos.

Los dos testimonios coinciden en que nunca vieron maquinaria pesada o camiones que trasladaban grandes cantidades de tierra, y que todo parecía ser la construcción de una simple vivienda.

Esta imágenes satelitales publicadas por The New York Times contrastan el predio donde se construyó la salida del túnel por donde se fugó Guzmán Loera. La primera es de febrero de 2014 y la segunda un año después, donde ya se aprecia la construcción.



mahy

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