jueves 28 marzo 2024

Casa blanca y normalistas desaparecidos desgastaron a la institución presidencial: EPN; analiza retirarse de la política

por etcétera

El presidente de México, Enrique Peña Nieto, consideró que es inédito el actual proceso de transición y dijo que a pesar de sus diferencias políticas y programáticas con el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, está convencido de que su sucesor, al igual que él, quieren lo mejor para el país y en función de ello toman sus decisiones.

En entrevista con Denise Maerker para Televisa, el mandatario negó que le genere algún conflicto que López Obrador manifestara públicamente sus posiciones en la conferencia de prensa del lunes pasado, especialmente en lo referente a la reforma educativa; indicó que ya es del dominio público el punto de vista del presidente electo, sin embargo, insistió en que su gobierno a punto de concluir, siempre sostendrá que las llamadas reformas estructurales, más allá de considerarlas un logro de su gobierno, son transformaciones que México requiere y sería deseable que continuaran.

A pregunta expresa, rechazó que haya una especie de “retiro anticipado” en su actividad pública y mediática y consideró natural que la atención de la prensa se centre en el presidente electo, pues el hecho de que un gobierno por entrar en funciones fije sus posturas o adelante algunas de sus decisiones, genera una alta expectación y los medios siempre se mueven en esa dinámica.

Añadió que sus reuniones con López Obrador obedecen a una convicción personal de enviar señales de que en México existe una democracia consolidada donde la transición debe darse en forma armoniosa; por lo tanto, rechazó cualquier tipo de acuerdo secreto o competencia entre ambos y afirmó que Enrique Peña Nieto seguirá siendo el Presidente de la República hasta el 30 de noviembre y hasta el último momento trabajará y tomará decisiones. Apuntó que él no había tratado a López Obrador más allá de los debates que tuvieron como candidatos a la Presidente. “Me causó una buena impresión”, dijo.

Respecto a Elba Esther Gordillo, reiteró que nunca hubo un encono personal hacia ella y afirmó que todo el proceso legal en su contra se hizo con apego a derecho y atribuyó la decisión de su liberación a un cambio de criterio en la tipificación y sanción de los delitos que ocurren en el ámbito del Poder Judicial y a las cuales es ajeno el titular del Ejecutivo. Apuntó que el desempeño de la lideresa del SNTE es conocido por la opinión pública y ésta podrá sacar sus propias conclusiones sobre este asunto.

Al hacer un balance de su gestión, aceptó que los casos de la Casa blanca y de los normalistas de Ayotzinapa marcaron en forma definitiva a su gobierno, pero no porque se haya incurrido en alguna conducta ilícita de su parte, sino por el desgaste que tuvo la institución presidencial y la pérdida de la credibilidad en todo lo que se había realizado.

Sobre la Casa blanca insistió en que no hubo ningún conflicto de interés porque nunca se realizó el proyecto en que tendría cierta participación el empresario que le vendió  el inmueble a su esposa, Angélica Rivera. Dijo lamentar haberla involucrado porque a ella, sin ser funcionaria pública ni tener ninguna obligación legal para ello, se vio sometida a un desgaste e incluso a una campaña de descalificación y encono en su contra. Sostuvo que en la adquisición de la residencia no hay nada fuera de la norma y que en el reportaje por todos conocido, hubo un manejo inadecuado de la información relativa al estatus de la propiedad.

En torno al caso de los normalistas de Ayotzinapa desaparecidos, dijo compartir la indignación y el dolor de los padres por el destino de sus hijos; asimismo reconoció que no respondió con la rapidez debida cuando se dieron aquellos hechos. No obstante, Peña Nieto defendió las investigaciones realizaron y, de manera tácita, dio por hecho que los jóvenes murieron a manos de la delincuencia organizada que, desafortunadamente, está infiltrada en varias corporaciones policiales estatales y municipales.

Respecto al resultado de la elección presidencial,  dijo que no sólo en México sino en otros países, hay un desencanto social hacia los partidos políticos tradicionales, sin embargo, aceptó que sí influyó el desempeño de algunos gobernadores, además de los errores de su administración, que estigmatizaron a su partido. No obstante, apuntó que se ha aceptado la voluntad de los mexicanos con madurez, con la convicción de que no hay victorias ni derrotas definitivas.

Entre sus logros, enumeró que en los últimos años ha habido mayor inversión y creación de empleos respecto a las administraciones anteriores y obras como la del Nuevo Aeropuerto que sigue en marcha, aunque será respetuoso de la decisión que al respecto tome el gobierno de López Obrador.

En contraparte, su mayor pendiente será en el tema de la seguridad, no porque su gobierno haya permanecido pasivo sino porque enfrentó diversos obstáculos políticos y financieros para concretar proyectos como el del mando único. En cuanto a la corrupción también negó haber sido omiso; justificó que el desgaste por ciertos temas rebasó cualquier acción que su gobierno haya efectuado para enfrentar este fenómeno.

Dijo no dejar “enemigos”, aunque se disculpó de antemano con quien se haya podido sentir agraviado por las decisiones que tomó en su gobierno. Asimismo adelantó que es muy probable que se retire de la vida política al terminar su mandato.

También te puede interesar