viernes 10 mayo 2024

De militar, Calderón parecía “Borolas”; no me queda el saco, a AMLO le queda grande el cargo; FCH

por etcétera

En una nueva justificación a su fallida política de seguridad, el presidente Andrés Manuel López Obrador aprovechó la ocasión para hacer mofa del expresidente Felipe Calderón, a quien acusa siempre de haberle robado la elección del 2006 y de haber provocado la actual crisis de violencia que vive el país por haberle “pegado al avispero a lo tonto” al declarar la guerra al narco.

Este viernes, el presidente dio su habitual conferencia mañanera en la zona militar 30, en donde habló—no por primera vez—de que la actual crisis de violencia se debe a que Calderón le “pegó al avispero” al enfurecer al crimen organizado.

“Se piensa que surgió el problema con nosotros, y sí, asumo la obligación que tenemos, de garantizar la paz y la tranquilidad, pero no es con el uso de la fuerza como lo vamos a lograr”, insistió. Sin embargo, también ha negado tajantemente que su gobierno esté negociando con grupos armados de toda clase.

Para el presidente, la forma de combatir la delincuencia es atender “las causas” que son la pobreza y la falta de oportunidades, soluciones ambas de muy largo plazo, cuando lo que se requiere es atención inmediata.

Y se refirió a la ocasión en que Calderón se vistió con una camisola militar (AMLO la llamó “chaleco”) que le quedaba grande por lo cual dijo que parecía el “Comandante Borolas”.

“Cuando declara la guerra a la delincuencia organizada, va a Michoacán, y va vestido de militar. Se pone un chaleco. Le quedaba grande. Parecía el comandante Borolas”, dijo, mofándose.

En respuesta, el expresidente respondió desde su cuenta de Twitter que a él no le queda el saco, y que a AMLO le queda grande el cargo de presidente de la República.

Dijo que la violencia actualmente es mucho peor que cuando terminó su sexenio, ya que el actual gobierno no sabe qué hacer.

“Hoy se cometen más de 100 homicidios al día, casi el doble que al final de mi gobierno, el cual comenzó a limpiar la casa plagada de animales venenosos. Hoy se les deja crecer porque no distinguen alacranes de abejas. A mí no me queda el saco, a otros el cargo les queda grande”.

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