Con una larga trayectoria en organizaciones sociales que operan en la Ciudad de México, la diputada federal por Morena Dolores Padierna y su esposo, René Bejarano, ahora distribuyen alimentos en diversas colonias, para lo cual solicitan a sus clientes datos personales.
El diario Reforma reporta que los dos líderes sociales, a través del Movimiento Nueva Esperanza, ofrece en diversas colonias de la capital productos básicos como arroz, frijol, azúcar, aceite, sal, sopa, atún e, incluso, cubrebocas.
Los productos son ofrecidos a bajos precios, y a los clientes les son solicitados datos personales como su nombre, domicilio y número telefónico, además de inquirirlos sobre su pertenencia a algún partido político. Incluso les son tomadas fotografías.
Al concluir la venta, una mujer perteneciente a la organización social encabezada por Padierna y Bejarano solicita a los compradores tomarles una foto de medio cuerpo. La encargada de ello dijo que lo hacen con todos y que se les llamaría.
Como resultado de las consecuencias sociales y urbanas del terremoto de 1985, Bejarano y Padierna formaron la Unión Popular Nueva Tenochtitlan (UPNT), dedicada a la obtención de vivienda y que posteriormente fue un instrumento clientelar para medrar y acrecentar los militantes de su grupo dentro del Partido de la Revolución Democrática, la llamada Corriente de Izquierda Democrática.
Esa organización fue denunciada en muchas ocasiones y tuvo que enfrentar demandas de parte de quienes solicitaban vivienda a través de ella.
Otro miembro destacado de la UPNT fue el senador por Morena Martí Batres, quien en 1999 distribuía la leche Betty, un sucedáneo lácteo contaminado con bacterias coliformes, materia fecal. En ese entonces a quienes adquirían ese bebedizo se le solicitaban los datos de su credencial de elector y sumarse a una Unión de Abasto Popular.
Con ese ya añejo expertise continúa operando la organización social de Padierna y Bejarano.
Como se recordará, en 2004 Bejarano fue el protagonista de los videos en los que se observa que recibía dinero en efectivo del empresario Carlos Ahumada, recursos que fueron utilizados para campañas políticas. Entonces Andrés Manuel López Obrador dijo que se trataba de un complot de la mafia del poder para perjudicarlo.
