La ceremonia formal por el desmantelamiento del grupo terrorista Euskadi Ta Askatasuna (ETA, Patria Vasca y Libertad), recibió el aval de personalidades políticas internacionales incluido el excandidato presidencial del PRD de México, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, en un acto realizado en el poblado vascofrancés de Cambo-les-Bains, que concluyó con una declaración en la que se pide a las partes seguir trabajando en la reconciliación del País Vasco.
La reunión llamada “Encuentro Internacional para avanzar en la Resolución del Conflicto en Euskal Herria” (País Vasco) y a la que acudieron 89 personalidades, inició a las 20:21 horas (tiempo del centro de México) en la Villa Arnaga, un palacete estilo vasco ubicado a 45 kilómetros de la frontera franco-española.
El mexicano Cuauhtémoc Cárdenas pide en el acto de disolución de ETA "diálogo político entre los actores principales" https://t.co/R2qIl4gVxn pic.twitter.com/0OV9YthdXv
— Antena 3 Noticias (@A3Noticias) May 4, 2018
En la declaración se señala que “hoy el País Vasco inicia una nueva etapa”, pues este es un día de “celebración” al confirmarse la disolución de ETA, anunciada la víspera por el grupo terrorista en un comunicado.
“Hoy es un buen día para el País Vasco, España, Francia y toda Europa, un día para celebrar. Es un momento histórico para toda Europa, ya que marca el fin del último grupo armado en el continente”, subraya el documento.
“ETA respondió a nuestro llamado publicando una declaración de cese definitivo de todas sus actividades armadas (…) ha mantenido su palabra y no ha habido más violencia. El año pasado fue más allá y llevó a cabo su desarme completo. Reconocemos estos pasos históricos y les damos una calurosa bienvenida”, se asevera en la declaración.
Sin embargo, el grupo de firmantes reconoce que “heridas profundas perduran; familias y comunidades permanecen divididas”, por lo que “debe haber más esfuerzos para reconocer y asistir a todas las víctimas. Esto requerirá que todas las partes sean honestas sobre el pasado”.
“Hará falta un espíritu de generosidad para curar las heridas y reconstruir una comunidad compartida”, insiste la declaración leída en el jardín de la Villa de Arnaga, que fue propiedad del autor del célebre drama “Cyrano de Bergerac”.
Entre las cuestiones pendientes, se destaca, “aún están por resolver(se) asuntos importantes, como el de los presos y las personas que se encuentran huidas, y hacen falta esfuerzos duraderos para llegar a una total normalización de la vida cotidiana y política en la región”.
“Por encima de todo, lo que tenemos por delante es un proceso de reconciliación, que con base en nuestra experiencia en los conflictos en los que hemos estado involucrados, es algo que requiere mucho tiempo”, señaló la declaración emitida en el encuentro.
“Aún queda mucho por realizar por todas las partes (…) creemos que construir una paz necesita de diálogo político entre todos los actores principales. Recurrir sólo a medidas de seguridad y prisión es raramente eficaz”, reiteró el grupo que pidió “honestidad” a todas las partes para lograr éxito en la resolución del problema.
La conferencia, donde fue leído un breve mensaje del ex secretario general de la ONU, Kofi Annan, inició con un minuto de silencio por la víctimas del conflicto de casi seis décadas de actividad de ETA, fundada en 1958, y en el que murieron más de 850 personas.
Al término de la reunión, la declaración fue leída en vasco, francés, inglés y español. El exdirector del Fondo Monetario Internacional (FMI), Michel Camdesus, leyó la declaración en francés, Cárdenas Solórzano hizo lo propio en español y el antiguo consejero del exprimer ministro británico Tony Blair, Jonathan Powell, en inglés.
Al evento, organizado por el Grupo Internacional de Contacto (GIC) y las agrupaciones Bake Bidea y Foro Social Permanente, acudió el exlíder del partido independentista norirlandés Sinn Féin, Gerry Adams, quien pidió durante su intervención “señales positivas a favor de los presos vascos”, alrededor de 300.
También el ex primer ministro irlandés, Bertie Ahern, el ex secretario general de la Interpol, Raymond Kendall, y otros miembros del GIC, entre ellos el abogado surafricano Brian Currin. Asimismo, políticos del País Vasco español y francés, entre ellos el exlíder del partido Batasuna, considerado el “brazo político” de ETA, Arnaldo Otegui.
Estuvieron ausentes representantes del gobierno de España, del gobierno del País vasco-español,así como los principales partidos políticos españoles, el Popular (PP), y el Socialista Obrero Español (PSOE).
Casi 60 años será el tiempo que el grupo terrorista ETA haya existido después de la disolución de todas sus estructuras, que será validada el próximo viernes 4 de mayo. Su perfil es el de las organizaciones del terrorismo nacionalista/separatista y de ideología política, más cercano a la tipología del siglo XX, a diferencia del terrorismo internacional extremista religioso que ha caracterizado al nuevo siglo.
El gobierno del Partido Popular en Madrid ha estado fuera del proceso de paz desde sus inicios, alegando que el asunto es doméstico y judicial/policial, no político. El proceso que parece llegar a su fin en los próximos días está definido por la falta de cualquier tipo de participación del gobierno de Madrid, pero sí hubo una implicación de lo que puede ser llamada la sociedad civil global.
La Conferencia Internacional de Aiete en octubre de 2011, que marcó el inicio del cese de violencia por parte del grupo armado vasco, en coordinación con la Comisión Internacional de Verificación (CIV) y con el Grupo Internacional de Contacto (GIC), fueron facilitadores internacionales que asumieron protagonismo ante a la inacción política del gobierno de Mariano Rajoy.
A nivel regional, la disolución efectiva marcará el fin del último grupo armado en Europa occidental vinculado a las luchas de “liberación nacional”, después de la desaparición oficial del Ejército Republicano Irlandés en 2008, lo que sin duda representa un punto culminante en un momento en que el proyecto de integración europeo se encuentra bajo un constante asedio por movimientos populistas y nacionalistas.
La organización terrorista nacionalista vasca ETA se autoproclamaba independentista, abertzale, socialista y revolucionaria, pero durante sus sesenta años de existencia han tenido en su seno diferentes elementos con el mismo nombre, surgidos como resultado de diversas escisiones, coexistiendo en varias ocasiones algunas de ellas, de las cuales sólo sobrevivía la conocida como ETA militar (ETA (m), inactiva desde el anuncio del cese definitivo de su actividad armada en octubre de 2011 y desarmada desde abril de 2017
Tuvo como objetivos prioritarios la independencia de Euskal Herria de España y Francia y la construcción de un Estado socialista; para alcanzarlos utilizó el asesinato, el secuestro, el terrorismo y la extorsión económica, tanto en España como, ocasionalmente, en Francia.
Fundada en 1958, tras la expulsión de miembros de las juventudes del Partido Nacionalista Vasco, cometió su primera acción violenta en julio de 1961. Inicialmente, contó con el apoyo de parte de la población, al ser considerada una más de las organizaciones opuestas a la dictadura franquista.
Tras el proceso democratizador iniciado en 1977, al cual una parte no se incorporó, fue perdiendo apoyos públicos. Sus actos han sido condenados y calificados de terroristas por la inmensa mayoría de las fuerzas políticas y sociales desde la aprobación del Estatuto de Gernika, en 1979.
Su condición terrorista es plenamente admitida por numerosos estados y organizaciones internacionales, tales como España y Francia, Reino Unido, Estados Unidos, Canadá, Venezuela, el Consejo de Europa, la Unión Europea, la Organización de Estados Iberoamericanos, las Naciones Unidas y la Europol.
Amnistía Internacional ha condenado repetidas veces las acciones de ETA, calificándolas como crímenes o graves abusos contra los derechos humanos. No obstante, también ha criticado la política antiterrorista del gobierno español, en particular el régimen de incomunicación que posibilitaría el maltrato o la tortura de los presos, según esta ONG.
aml
