jueves 28 marzo 2024

Se pliega ASF ante AMLO: cancelar Texcoco costó 113 mil mdp; pero defiende su metodología anterior

por etcétera

La revisión ordenada a la auditoría hecha al costo de la cancelación del Aeropuerto de Texcoco, por órdenes del presidente Andrés Manuel López Obrador, defendió la metodología empleada por el organismo, pero, con evidente intención de dar gusto al presidente, señala que la cancelación tuvo un costo de 113 mil millones de pesos.

Fuentes consultadas por el diario Reforma refirieron que el documento generado por el grupo especial de revisión creado al interior de la Auditoría Superior de Federación manifiesta que de acuerdo a un enfoque “distinto”, se considera que el costo de cancelar la magna obra fue de 113 mil millones de pesos, una cifra cercana a la que AMLO defendió.

Aun así, refrenda la corrección de la metodología utilizada para elaborar el polémico informe que indicó que el costo sería de más de 331 mil millones de pesos, con lo que rechazaría las acusaciones hechas por el presidente López Obrador, en el sentido de que se hicieron manipulaciones alevosas para dar una cifra falsa y así, afectar a su gobierno.

La auditoría fue difundida en febrero, y, entre muchos rubros deficientes de la administración del actual gobierno, señaló que entre gastos ya realizados y gastos que se tendrán que asumir en los años venideros, el haber cancelado la construcción del Aeropuerto de Texcoco, obra que AMLO repudió por estar “plagada de corrupción” costará a las finanzas públicas 232% más de lo que aseguró el gobierno.

Este dato provocó un auténtico escándalo en medios de comunicación, analistas y redes sociales y provocó la intensa furia del presidente, que acusó que la ASF estaba al servicio de sus adversarios, y ordenó que se investigara al auditor responsable, Agustín Caso Raphael.

Tras el exabrupto presidencial, de manera oficial, la ASF, a cargo de David Colmenares admitió un “error metodológico”, lo cual evidenció el temor de contrariar al presidente.

Caso Raphael fue separado de su cargo el 1 de marzo y el día 10 del mismo mes compareció ante la Cámara de Diputados, en donde, en abierta contradicción sobre lo dicho por Colmenares, negó cualquier error, defendió su metodología y dijo que es el gobierno el que partió de una forma “distinta” de evaluar el costo.

Aunque fue diplomático, en esencia, Caso Raphael dejó en claro que el enfoque utilizado por el gobierno fue incompleto, meramente “contable”, por lo que no tomó en cuenta diversas variables y costos a futuro que se tendrán que ir pagando en los años por venir.

Dentro de la ASF, tras la orden presidencial de descubrir qué había pasado—ya que según él hubo una maquinación para afectar a su gobierno—se creó un grupo especial para encontrar el “error metodológico” que David Colmenares aceptó en caliente, luego del regaño de AMLO.

Según las fuentes de Reforma, el tal grupo especial no encontró error alguno, sino al contrario: validó el trabajo del equipo lidereado por Agustín Caso Raphael que concluyó que el costo estimado de la cancelación, considerando pagos ya hechos y compromisos por cubrir a futuro, será de 331 mil 996 millones 517 mil pesos.

Sin embargo, el documento da gusto al presidente, al aceptar que de acuerdo a “otro enfoque”, se puede considerar que el costo de cancelación asciende a 113 mil 327 millones de pesos.

El documento revisado por el mencionado diario señala que ambas mediciones pueden ser “válidas”, pero lo cierto es que lo que cuenta es lo que en total, con todas sus consecuencias, terminará costando dicha cancelación.

Caso Raphael dijo en marzo que el gobierno había utilizado un criterio “contable”, en tanto que su equipo usó un criterio “de auditoría”.

Según el documento, el costo de 331 millones de pesos incluía estimaciones a futuro y agregaba costos económicos, financieros y legales (como juicios de amparo), lo cual es absolutamente correcto, pero debido a que el presidente sólo quiere considerar lo gastado hasta diciembre de 2019, defiende que el costo fue de alrededor de 100 mil millones o poco más.

Es decir, para AMLO, lo que costó cancelar Texcoco se terminó en diciembre de 2019 y hasta ahí llega su cuenta.

Para los especialistas de la ASF, hay muchos costos que siguen corriendo y lo seguirán haciendo durante muchos años, aunque el presidente cierre los ojos a ello o lo niegue por cálculos políticos.

 

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