Carlos Urzúa, asesor anunciado por Andrés Manuel López Obrador para encabezar la Secretaría de Hacienda en caso de ganar las elecciones de julio, aseguró que se planea eliminar la corrupción en Pemex y reducir el número de sus trabajadores; además, destacó que la reforma energética no se cancelaría, aunque a lo mejor irá más despacio.
Tras reconocer que los principales inversores financieros con los que se ha reunido están preocupados por la reforma energética, Urzúa sostuvo que López Obrador no pondrá fin a las subastas de petróleo y gas iniciadas bajo el actual gobierno: “las subastas no se cancelarían necesariamente pero pararían; a lo mejor el ritmo sería más despacio” explicó.
Urzúa aceptó que AMLO ha sacudido a líderes empresariales al amenazar con cancelar la construcción del nuevo aeropuerto de la capital, un proyecto de 13 mil millones de dólares; pero dijo que los inversores extranjeros no están muy preocupados por el aeropuerto, pues señaló que los principales inversores son mexicanos.
“Donde sí están muy preocupados es en el sector energético”, dijo tras reportar que se ha reunido con representantes de más de 50 inversores importantes, incluidos BlackRock, Pimco, Credit Suisee, Bank of America y Morgan Stanley.
Acerca de una presunta ola de corrupción en las subastas de yacimientos realizadas hasta la fecha, en el marco de la reforma energética aprobada hace cuatro años, sostuvo que está “seguro que la gran mayoría han sido totalmente limpias”.
Entrevistado por Stefanie Eschenbacher para Reuters, el otrora responsable de las finanzas de la Ciudad de México, cuando López Obrador era el gobernante, definió al histórico sindicato de Pemex como un símbolo “icónico de la corrupción” y una de las causas de que la compañía no sea lo suficientemente competitiva ni productiva.
“Se tiene que limpiar Pemex porque si no lo hacemos no vamos a tener una empresa del alto nivel, del primer mundo”; “también vamos a adelgazar las estructuras en todas las instituciones descentralizadas, incluido Pemex”. Al respecto, explicó que sobre todo se tiene previsto “reducir el número de funcionarios de niveles medios y superiores que no hacen nada, pero cobran como reyes”.
Urzúa, economista con un doctorado de la universidad de Wisconsin-Madison, dijo que un eventual gobierno de López Obrador tendría como objetivo ejecutar un presupuesto “más o menos” en equilibrio, una vez que los pagos de intereses sobre la deuda fueran eliminados.
Asimismo, dijo que si AMLO llega al poder, centralizaría todas las compras de bienes y servicios en el gobierno federal, para eliminar el derroche y la corrupción del sector público.
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