martes 16 abril 2024

AMLO miente: dice que “los especialistas no recomiendan una vacuna de refuerzo”

por etcétera

De nueva cuenta, el presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que “los especialistas dicen que no hace falta una vacuna de refuerzo” contra la COVID-19, lo cual es falso, ya que la evidencia disponible al momento indica que una tercera dosis es útil en casos de personas con comorbilidades.

Durante su conferencia de este miércoles 29, el presidente dijo una mentira más de muchas en el tema de las vacunas contra COVID-19 y además, admitió que su gobierno mintió hace varios meses al prometer fechas concretas para el desarrollo de la vacuna “Patria”, desarrollada por Conacyt, pues esta se encuentra apenas en la Fase 2.

El lunes, el canciller Marcelo Ebrard dijo que la investigación estaba concluyendo la Fase 1.

Sobre una vacuna de refuerzo dijo que “lo estamos decidiendo. Los médicos, los especialistas dicen que no hace falta un vacuna de refuerzo, hasta ahora no se recomienda”.

El presidente está tergiversando la postura oficial de la Organización Mundial de la Salud, encabezada por Tedros Adhanom Ghebreyesus.

El pasado 9 de septiembre, el funcionario se mostró enfáticamente contrario a que en los países donde ya se han aplicado esquemas completos se apliquen dosis de refuerzo, pero no por razones médicas, sino socioeconómicas.

“No queremos ver un uso generalizado de refuerzos en personas sanas que están completamente vacunadas”, mientras que millones de personas en países pobres no han accedido siquiera a una primera dosis y se conforman “con las sobras”, dijo.

Ghebreyesus lleva toda la pandemia trabajando a favor de un trato equitativo hacia los países más pobres. Primero, para poner pruebas a disposición y posteriormente, para que obtengan vacunas. Así, ha impulsado fuertemente el mecanismo COVAX, mediante el cual la OMS canaliza donaciones de vacunas hechas por países ricos hacia las naciones más desprotegidas.

Cabe señalar que no es la primera vez que AMLO usa a la OMS como coartada para su mala gestión de la pandemia.

Por ejemplo, el 18 de enero de este año, México se enfrentó a un severo retraso en la adquisición de vacunas debido a dos factores: la suspensión temporal de fabricación por parte de Pfizer y una mala planeación de compras por parte de su gobierno.

Debido a que en días previos la OMS había hecho un llamado a los países con mayor compra de vacunas para que cedieran dosis, AMLO aseguró que México había “aceptado el llamado de la ONU para redistribuir vacunas”, y dijo que su gobierno regalaría dosis a países pobres, pero esto era falso. Tan solo era un intento de justificar que las vacunas no llegarían en las cantidades prometidas.

Tan falso fue que en marzo, el propio AMLO pidió a la ONU trabajar más duro para evitar el acaparamiento de vacunas por parte de los 10 países más ricos, entre los cuales, por supuesto, no se encuentra México. Su gobierno informó en diversos momentos que México formaba parte del mecanismo COVAX, pero no como país donante, sino como país receptor de donaciones.

Otro caso análogo fue el de la vacunación a menores, tal como etcétera ha documentado en repetidas ocasiones: el presidente ha dicho muchas veces que la ONU no recomienda vacunar a niños y ha usado esta falsedad como excusa para no gastar en este sector.

Lo que ocurrió fue que en abril de este año la ONU señaló que aún no había evidencia suficiente al respecto, ya que los laboratorios se encontraban haciendo estudios. Pero para julio dicha evidencia ya existía y la ONU, por medio de la OMS, recomendó a todos los países vacunar por lo menos a los niños mayores de 12 años que tuvieran enfermedades crónicas.

La OMS no recomendó vacunar a todos los niños de ese rango de edad debido a que, como dijimos arriba, su prioridad es impulsar un acceso lo más equitativo posible de las dosis disponibles.

Es decir, ante la falta de dosis suficientes y la disyuntiva de vacunar a todos los niños de 12 a 17 años de países ricos y permitir que los países pobres accedan a más vacunas para todos los grupos de edad, ha estado impulsando esta última opción.

El objetivo de la OMS es que todos los países tengan vacunada al menos al 40% de su población para fines de 2021. El organismo ha dicho muchas veces que, por razones tanto epidemiológicas como de justicia, es preferible que haya un porcentaje de personas vacunadas en cada país a que unos pocos países tengan vacunada a toda su población. La epidemia no se detendrá si no hay personas vacunadas en cada país.

Sin embargo, eso no quiere decir que médicamente haya impedimentos para vacunar a niños sin enfermedades crónicas de 12 a 17 años, ni tampoco para aplicar dosis de refuerzo a personas de cualquier de edad. Se trata de un tema de acceso y distribución de dosis, lo cual es válido, considerando los limitados suministros de vacunas.

Lo que no lo es el que el presidente mexicano mienta y asegure que la evidencia científica no apoya las dosis de refuerzo ni la vacunación a niños.

Cabe señalar que diversos laboratorios ya se encuentran trabajando en una vacuna para niños pequeños, menores de 12 años.

*ofv

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