Al criticar la reforma energética realizada durante el gobierno de Enrique Peña Nieto y a los tecnócratas que la impulsaron, el presidente Andrés Manuel López Obrador denunció que se hayan formado en “universidades famosas” que resultaron “patito, piratas”, y que algunas “son un fraude”.
En la opinión del mandatario, la reforma energética fue un fracaso porque quienes la hicieron “ofrecieron que iba a llegar mucha inversión extranjera”, con lo que se iba a producir más petróleo. Y se preguntó si lo hicieron de mala fe para destruir a Pemex o por ineficiencia: “Aunque pudo ser de mala fe, sobre todo por los intereses, por la ambición al dinero, a los contratos, pero me inclino más por la ineficiencia”.
Expresó que los tecnócratas son “muy irresponsables, pero no sólo por mala fe, sino porque son muy ineficientes, muy contrario de lo que se piensa, que son lumbreras; no lo son. Vamos discutiendo, o sea, ¿es mala fe o desconocimiento?”.
En la respuesta a una pregunta sobre cambios a la legislación en materia de minería, consideró que los tecnócratas son muy limitados, “muy contrario de lo que se piensa. Además ellos son técnicos que se creen científicos, pero es increíble lo ineficientes que son. Imagínense, en el caso de que hubiesen creído o que partieron del supuesto de que ya no hacía falta la inversión pública en Pemex porque con la reforma iba a llegar a raudales la inversión extranjera, la inversión particular, porque probablemente así pensaron: ‘¿Para qué invierte el Estado si con la reforma basta? Porque con los contratos van a empezar a producir petróleo y no hace falta Pemex’”.
De allí vino su ataque a algunas instituciones de educación superior: “Se sobredimensionó el conocimiento adquirido en universidades famosas, no están bien formados. Esas universidades famosas resultaron ‘patito’, ‘piratas’, son un fraude algunas, no salen bien formados los egresados. Ya no hablemos de civismo, de humanismo y de ciencias sociales; no, de los conocimientos técnicos, contables, administrativos, económicos, muy malos”.
Sobre las instituciones de educación superior, hoy El Universal presenta un reportaje sobre las Universidades para el Bienestar Benito Juárez García, impulsadas por la actual administración federal, de las que se señala que aún no se conocen no sólo los planes y programas de estudio, sino ni siquiera los domicilios de los planteles, además de presentar un severo déficit en materia de transparencia.
Los recursos destinados para esas universidades no son pocos: entre lo que se les ha asignado presupuestalmente en 2019 y 2020 supera los 3 mil millones de pesos.
Pese a ello, esas universidades no se han sumado a la Plataforma Nacional de Transparencia, además de que tampoco cuentan con reglas de operación, según El Universal.
En algunos casos los espacios de la institución son compartidos con otras escuelas, como secundarias, o se han utilizado bodegas, auditorios, casas de la cultura, gimnasios y en predios prestados mientras se construyen los planteles.
Asimismo, se han dado varios casos en los que los profesores del sistema de universidades impulsado por el gobierno federal reciben sus pagos de forma irregular. Casos similares han sido denunciados en los casos de las becas para estudiantes.
En la página web de las Universidades para el Bienestar Benito Juárez se anuncian 100 planteles en 31 estados de la República, además de 36 carreras (aunque en el portal sólo aparecen 19, según El Universal). Asimismo, en la parte de contacto está un correo de gmail.
Debido a las anteriores situaciones, en el Senado de la República aprobó un punto de acuerdo para solicitar información sobre la Universidades para el Bienestar, sobre todo en dos puntos: las condiciones físicas de los planteles y el número de inscritos en ellos.
