jueves 28 marzo 2024

Acuerdo antideforestación mundial, mi idea: AMLO; desde 2014 los países habían firmado un pacto al respecto

por etcétera

Aunque México no signó sino hasta el último momento la Declaratoria de Bosques y Uso de la Tierra durante su participación en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP 26), el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que esa idea salió de su programa Sembrando Vida. Sin embargo, desde 2014 se estableció un compromiso internacional contra la deforestación.

Durante su conferencia de prensa de este miércoles, cuestionado sobre “el chayote” y tras emitir su ya muy gastado discurso al respecto, prácticamente sin venir al caso el presidente presumió que su programa fue el que inspiró el acuerdo contra la reforestación establecido entre muchos países.

En el marco de la COP 26 en Glasgow, Escocia, fue firmado un compromiso entre un centenar de líderes de diversos países para frenar la deforestación. También 80 mandatarios acordaron reducir en 30 por ciento las emisiones de gas metano, ambas promesas para el año 2030.

Frenar la deforestación en el planeta es muy importante debido a que los bosques absorben grandes cantidades de CO2, que son una importante contribución a frenar el cambio climático.

El acuerdo contra la deforestación también fue firmado por Brasil, país en el que en los últimos años se ha dañado gravemente la selva amazónica. Para contrarrestar esa devastación se ha dispuesto un fondo de 19 mil 200 millones de dólares. Esos recursos, de procedencia tanto pública como privada, será otorgado a países en desarrollo para la reforestación, prevenir y combatir incendios en zonas boscosas y también para apoyar a comunidades indígenas.

Acerca del gas metano, se destacó la gravedad de sus emisiones para aumentar el calentamiento global. Los grandes productores de gas metanos son la agricultura, los vertederos y, fundamentalmente, el sector energético, la producción de petróleo y de gas.

Mientras eso se acuerda, en México, que signó de última hora el acuerdo contra la deforestación (no apareció en la primera lista de países firmantes), se deben mencionar la destrucción ecológica que han significado dos obras emblemáticas del gobierno de López Obrador: la devastación de manglares para la construcción de la refinería de Dos Bocas y el arrasamiento selvático por el Tren Maya.

Asimismo, sobre otro programa insignia del gobierno federal, Sembrando Vida, además de acusaciones de corrupción también se ha denunciado que en algunas zonas del país ha habido roza realizada por personas para poder participar en ese proyecto.

Pese a todo ello, este miércoles López Obrador se ufanó de que el compromiso contra la deforestación fue idea suya, su propuesta, sin ninguna evidencia, como acostumbra. Aún más: desde hace siete años se había firmado un pacto similar a nivel internacional.

“¿Qué fue lo más significativo de ese encuentro en la Gran Bretaña? Fue la firma, sí, para sembrar árboles. A ver, para que se enojen: ¿de dónde creen que salió esa idea? De Sembrando Vida”, exclamó.

Sin embargo, desde 2014, mucho antes de que a López Obrador se le ocurriera Sembrando Vida, un pacto contra la deforestación similar al de Glasgow, la Declaración de Nueva York sobre Bosques, había sido firmado por muchos gobiernos, empresas y actores de la sociedad civil para reducir la pérdida de bosques naturales y encaminada a lograr la cero deforestación en 2030. El incumplimiento de ese pacto es uno de los reclamos actuales.

Pese a ello, soberbio, López Obrador continuó: “Un dato adicional, porque también ahí están ¿no?, pendientes: que no había firmado México el programa de reforestación. Si el programa lo propusimos nosotros”.

Para respaldar su dudoso dicho, el tabasqueño dijo que le envió a Joe Biden, presidente de Estados Unidos, una carta donde proponía una estrategia en cuanto a la protección del medio ambiente (sí, se trata del mismo presidente que apenas hace unos días declaró que el ecologismo ha sido una coartada del neoliberalismo para el saqueo).

Después dijo el suyo es el programa más importante de reforestación del mundo porque se trata de una inversión de mil 300 millones al año.

Posteriormente, el presidente que, por ejemplo, se empeña en rescatar Petróleos Mexicanos y en producir energía eléctrica con el caro y muy contaminante combustóleo, atacó: “Al mismo tiempo están los países más poderosos aumentando la producción de petróleo; al mismo tiempo que están llevando a cabo estas cumbres para la protección del medio ambiente, para enfrentar el cambio climático, están planteando incrementar la producción, la extracción de petróleo”.

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