viernes 19 abril 2024

Ackerman, más comisario que macho y misógino

por etcétera

En la última semana, a raíz de su disputa con Sabina Berman, John Ackerman ha recibido severas críticas por machismo y misoginia. Sin embargo, hay múltiples evidencias de que su conducta va más allá de ello (tal vez hasta sea ajena), y tiene que ver con la manipulación y la intolerancia por sus creencias e intereses políticos. Veamos.

POCO CONFIABLE

En julio, la periodista y feminista Sara Lovera publicó en Proceso un relato de la actuación de Ackerman en el Comité Técnico de elección de consejeros del INE y la forma caprichosa y autoritaria con la que se maneja el locutor.

“El abogado John Ackerman miente. Es un individuo sin ética y, aparentemente, un mal representante de una corriente política”, afirmó Lovera. Describió los que fueron sus actitudes siempre “sospechosas”, con un equipo que siempre quería imponer reglas.

Lovera dijo que el comportamiento de Ackerman fue “peligroso” y se convirtió en “un censurador”. Sobre los caprichos del locutor en ese órgano, recuerda: “Discutimos y acordamos con libertad absoluta y admitimos, ahora me doy cuenta, una conducta inmadura que rondaba entre nosotros. Con gran elegancia, mis compañeras y compañeros del Comité contemporizaban con este muchacho quien cambiaba acuerdos y horarios, y quien tenía —por momentos— actitudes desafiantes”.

Sobre las entrevistasrealizadas en el proceso, Lovera anota: “Las interrogantes fueron incisivas. John Ackerman, todas las mañanas, de esos cinco intensos días, traía una ficha para aplaudir o descalificar a las y los aspirantes. Tanto, que entre broma y risa le pusimos el enviado de la KGB o el representante del antiguo Cisen. Increíble. Fue de entre todos, y pueden verse las entrevistas, el más agresivo”.

La experimentada periodista remató: “Yo estoy clara de cómo, con absoluta falta de ética personal, se escondió, sin poder enderezar ni una sola conducta ilícita o falta de ética de las siete personas del Comité. Hoy, los analistas dan sus explicaciones políticas y profundas. Yo solo creo que hay que seguir mirando a un personaje poco confiable, no solo para la vida honesta e intelectual, universitaria de México, sino para su grupo político y para el partido que obtuvo la mayoría electoral en 2018”.

Un asunto interesante es que, entre las actitudes de Ackerman, Lovera no mencionó la misoginia ni el machismo. Sí hubo una denuncia de ello por parte de una de las postuladas, Eunice Rendón, quien fue atacada por el locutor por ser pariente del consejero Ciro Murayama, e incluso publicó un artículo al respecto en Reforma. Pero ello sólo pareció ser un mero pretexto para Ackerman, quien igualmente enderezó diversos señalamientos para descalificar a otros candidatos. Aún más: Lovera habla del respaldo que Ackerman dio en el proceso a una aspirante cercana a sus preferencias políticas: Diana Talavera Flores.

Sobre la actuación de Ackerman en el Comité Técnico los restantes integrantes (Silvia E. Giorguli, Blanca Heredia, Sara Lovera, Ana Laura Magaloni, José Roldán Xopa y Diego Valadés; este último había defendido en Twitter a la pareja Ackerman-Sandoval en ocasión del asunto de sus propiedades) hicieron pública una carta en la que desmintieron los señalamientos de Ackerman contra su labor. Lamentaron que el locutor “haya intentado descalificar el proceso y haya afirmado, faltando a la verdad, que no participó en la selección de los diez hombres y las diez mujeres que al final integraron las quintetas”.

Y relataron algo que deja ver el carácter caprichoso del conductor de televisión: hubo un diferendo sobre los últimos dos lugares de la lista de las 10 mujeres, en cuya designación Ackerman sí participó: se realizó la votación y su opción perdió. Tras ello, cuentan los miembros del Comité, el locutor abandonó los trabajos, por lo que “es cierto que en la integración específica de las quintetas ya no estuvo presente, por su propia decisión, el Dr. Ackerman”.

AJUSTICIADO

Las agresiones de Ackerman van mucho más allá de las mujeres. Por ejemplo, ha equiparado a los periodistas con sicarios. Después del atentado contra Omar García Harfuch tuiteó que “los sicarios del narco son la contracara del sicariato mediático. Buscan desestabilizar a toda costa”. Después de ese ataque trató de atizar e incluso se autodenominó “periodista”, y dijo que se refería a “quienes se dedican a la calumnia y la desinformación. Y esta irresponsable práctica sí mata. Es una práctica que pone en riesgo miles de vidas, al llamar a ‘no hacerle caso’ a las autoridades sanitarias o al exhibir el domicilio de una destacada funcionaria que encabeza la lucha contra la corrupción, por ejemplo. Estas acciones temerarias desde los medios amenazan la integridad de las instituciones democráticas de la misma manera que el abominable atentado contra @OHarfuch . Buscan intimidar a funcionarios comprometidos con su labor y desestabilizar la #4T. Pero #NoPasarán”.

Las acusaciones de Ackerman contra los periodistas fueron deploradas incluso por importantes organizaciones internacionales como el Comité de Protección a Periodistas y Reporteros Sin Fronteras. En el país la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH, institución que llevó al locutor a formar parte del Comité Técnico de selección de consejeros del INE) calificó el mensaje del conductor de televisión como “desafortunado”. Le hizo un exhorto para evitar expresiones estigmatizantes y “a que se conduzca con civilidad y respeto a los derechos humanos de todas las personas y, en especial, de quienes ejercen el periodismo, porque son expresiones que pueden contribuir a agravar las condiciones en que las y los periodistas desarrollan su trabajo”.

Además, la CNDH expresó que la declaración del locutor “puede contribuir a agravar las condiciones en que los periodistas desarrollan su tarea, fundamental para la democracia”.

¿De dónde sacó Ackerman lo de “sicario mediático”? De su esposa. En junio pasado Carlos Loret de Mola difundió en Latinus un reportaje acerca de las varias propiedades inmobiliarias que integran el patrimonio de los académicos Ackerman y Sandoval. Entonces la funcionaria utilizó el amenazante y estigmatizante término: “No permitiré que los sicarios mediáticos manchen mi nombre ni el de mi familia. Esta lucha va en serio y hasta el final”.

En aquella ocasión Ackerman llamó al periodista “mitómano profesional”, “Loretito”, “#Lord Montajes”, y a la pieza periodística la denominó “irresponsable y criminal reportaje”. Y acusó que Latinus es un “aparato de destrucción” contra López Obrador y su gobierno.

Tampoco Proceso compartió la expresión de Ackerman. Justamente en agosto la nueva dirección de la revista dejó de contar con su artículo quincenal después de 14 años. El día 23 el locutor publicó en redes sociales un texto en el que dijo que la publicación “ha ajusticiado a sus colaboradores de izquierda” al prescindir de ellos. Mencionó que no fue por la crisis financiera y que había ofrecido colaborar gratuitamente.

Dijo también que “la manera tan opaca e indigna de manejar esta situación hace pensar que la decisión no respondería a cuestiones editoriales o financieros, sino más bien a intereses ideológicos y políticos”. Y agradeció al anterior director, Rafael Rodríguez Castañeda, la oportunidad de colaborar en Proceso.

En Twitter le respondió el director de la revista, Jorge Carrasco, quien le aclaró a Ackerman que “@Proceso hace periodismo, @JohnMAckerman El proyecto político es el tuyo. Como te lo dije cuando hablamos, tus declaraciones sobre el ‘periodismo sicario’ no pueden ser compartidas por esta casa editorial”.

Continuó: “No te confundas. El periodismo de @proceso no se suma a ningún interés político. Ni al tuyo ni a ningún otro. Bien sabes lo que dicen los opositores a tu proyecto desde que, en una más de sus batallas por el acceso a la información, pidió las boletas de la elección de 2006”.

Por otra parte, apenas el 8 de noviembre, con el conflicto del locutor con Berman en pleno, Rodríguez Castañeda tuiteó al respecto: “En algún momento respeté a John y le di espacio en @proceso …y en algún momento perdió el rumbo. Qué triste!”.

MR. GRINGO GOLPISTA

Otro que padeció la agresividad de Ackerman fue el coordinador de la bancada de Morena en la Cámara de Senadores, Ricardo Monreal. ¿El motivo? Que el legislador le concedió una entrevista a Carlos Loret de Mola.

Monreal fue entrevistado por el reportero para Latinus. Entonces, furioso, Ackerman lo denunció vía Twitter: “‘Te he leído y te sigo y en tu trabajo estás en lo correcto’ Así le dice @RicardoMonrealA a @CarlosLoret en esta muy interesante entrevista. ¿Qué esperan @MorenaSenadores para renovar su coordinación? Ya lo dijo @lopezobrador_. Es #TiempoDeDefiniciones”.

Varios senadores morenistas le manifestaron su apoyo a Monreal, y este evitó el choque con Ackerman: “Nunca me voy a confrontar con quienes simpatizamos en la construcción de este movimiento”.

En octubre fue el turno de Porfirio Muñoz Ledo, entonces candidato a la presidencia nacional de Morena, a quien Ackerman acusó de que no tenía proyecto “más allá de su ego” y de aliarse con Monreal, “el elemento más reaccionario del partido”.

El veterano político le reviró al llamarle “experto en derecho constitucional de estados totalitarios. Participó en la selección de los 4 consejeros del INE. Voto sistemáticamente en contra de la mayoría que lo arrasó. Pretendía nulificar el procedimiento para generar un vacío institucional”, y que por ello lo llamó “golpista”. Y remató al decir que Ackerman “instiga la campaña internacional que presenta a AMLO como un personaje autoritario. Sabemos para quien trabaja”.

Pero Ackerman sí se enfrenta a quienes comparten el movimiento en el poder hasta por cuestiones poco relevantes, como lo hizo con Genaro Lozano. Este, en vísperas del Día de las Madres, colocó un tuit en el que advertía sobre la inconveniencia de las visitas en plena pandemia: “Porque madre solo hay una, este 10 de mayo #NoChinguesAtuMadre”. Eso provocó la ira de Ackerman, quien acusó que Lozano intentaba comunicarse con el pueblo “desde su mundo #whitexican totalmente desconectado y fallido”, y por respuesta obtuvo lo siguiente: “(…) Es un mensaje para los privilegiados de Cartier como Irma, tú o yo para que no pongamos en riesgo a nuestras mothers. Greetings, mr gringo”.

Entonces Ackerman le dijo que no eran iguales: “Tú trabajas en @Televisa yo en @UNAM_MX. Tú escribes en @Reforma yo en @LaJornada. Tú abandonaste tu carrera académica, yo sigo al pie del cañon Tú traicionaste #YoSoy132, yo siempre fiel a la causa. Los falsarios le hacen mucho daño a la #4T”.

Lozano cerró contra el locutor: “Haber votado por AMLO no te hace pueblo. Mucho menos cuando vives del presupuesto público, ganando cientos de miles de pesos de dos tele públicas, una universidad pública. Mucho menos cuando eres el privilegio del privilegio binacional. Saludos @JohnMAckerman. Have a beer!”.

En marzo pasado Ackerman ya había sostenido una disputa con Sabina Berman por cortes que se le hicieron al programa John y Sabina. El motivo fue el movimiento feminista, cuando Ackerman, a partir de una foto, acusó a uno de los grupos que lograron mayor convocatoria en esos días, Brujas del Mar, de estar vinculados con el expresidente Felipe Calderón. En un tuit Berman recordó lo que dijo y que no apareció en el programa: “Qué lástima q se corta el clip antes de q yo fije mi postura: ‘No es pecado ser del PAN, SI esto es una Democracia’”.

La respuesta de Ackerman a Berman deja ver cuál es la verdadera raíz de su intolerancia, y que no es el machismo ni la misoginia: “Muy interesante que ahora sí reclamas supuestos recortes interesados cuando la semana pasada no dijiste nada sobre el recorte del mismísimo @FelipeCalderon a nuestro debate. Insisto: el mov feminista se hace un daño terrible al no deslindarse claramente de la derecha machista”.

CIENTÍFICO SOCIAL

Ackerman parece estar por la igualdad con las mujeres desde hace mucho. En un texto de 2016 Guillermo Sheridan describió de la siguiente manera las similitudes e igualdades curriculares existentes entre el locutor y su esposa, Irma Eréndira Sandoval, donde no se observa discriminación sino inclusión: “Desde que bailaron en la selva lacandona, estos científicos sociales todo lo hacen al alimón. Si el currículum del científico social Ackerman registra que ha sido asesor del Banco Mundial, el de la distinguida académica dice que ella también es asesora del Banco Mundial.

“Si Ackerman es asesor del United Nations Program for Development (UNPD), la diputada es asesora. Si Ackerman es asesor del National Endowment for Democracy (creado por Ronald Reagan), también es asesora la destacada activista. Si Ackerman es asesor de Global Integrity, del Budget Accountability Project y del Open Society Institute (de George Soros) también es asesora la diputada. Y si Ackerman ha sido ‘consultor’ de la cámara de diputados de México, pues también lo ha sido su esposa.

“Habrá que suponer que también es una casualidad que el Instituto para México y los Estados Unidos de la Universidad de California (UC MEXUS), que coordina el otorgamiento de becas con el CONACyT, haya becado a la vez al científico social Ackerman y a la distinguida académica Sandoval”.

Y Sheridan recordó la forma en que Ackerman se refiere a su esposa: “La distinguida académica” y “la destacada activista”. Nada más alejado de la misoginia.

No solo ello, sino que también ha promovido y beneficiado a mujeres… de su familia. Sheridan ha mostrado que, desde su cargo al frente del Programa Universitario de Estudios sobre Democracia, Justicia y Sociedad (PUEDJS), Ackerman ha contratado a mujeres parientes de su esposa.

Cuartoscuro

Así, el locutor dio trabajo como secretaria técnica de esa dependencia a Rebeca Ballesteros Corona, tía de su cónyuge, y a Marisol Espejel Ballesteros, hija de la prima de la titular de la SFP, como webmaster. Asimismo, Ackerman promovió una conferencia de su propia madre, Susan Rose-Ackerman, en la UNAM. ¿Cuál machismo?

(Dicho sea de paso: Sheridan también ha mostrado cómo Ackerman ha utilizado instalaciones y recursos de la UNAM para hacerla campo de propaganda de sus creencias políticas, en abierta violación del Estatuto General de la institución. En sus tuits del sábado pasado contra Berman y la oposición, Ackerman incluso lo presumió: “Soy de las pocas personas que desde los medios de comunicación y la esfera académica ha logrado tejer y difundir ampliamente una narrativa a favor de la 4T”).

Esas son algunas de las historias del proceder agresivo, caprichoso  y manipulador de John Ackerman frente a quien discrepa de él. Su enorme intolerancia tiene mucho más que ver con sus creencias e intereses político-ideológicos que con el machismo y la misoginia, que es en lo que se han centrado las críticas recientes contra él.

El gran disparador de la reciente disputa de Ackerman con Berman fue una mujer, pero no por serlo sino por ser una crítica del gobierno que el locutor respalda: Denise Dresser, quien comparte una mesa de discusión con la dramaturga. Como se puede observar en sus actitudes, el locutor no tolera (si acaso, muy a regañadientes y en muy escasa medida) las voces discrepantes de él y de López Obrador, ni siquiera las de quienes han apoyado y respaldan a la actual administración.

Más que macho y misógino, Ackerman parece identificarse más con el comisario político al estilo del viejo comunismo, encargado de vigilar y castigar las deslealtades al régimen revolucionario, lo cual nada tiene que ver con la democracia. Y en esa nefasta tarea no ha hecho distinciones de género.

También te puede interesar