jueves 28 marzo 2024

8 de Marzo de 2021: al machismo, se suma la pandemia

por etcétera

A un año de la marcha feminista más poderosa y significativa en la historia del país, la del 8 de marzo de 2020, y en el contexto de la sordera e indiferencia del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, los motivos para la protesta siguen vigentes y a ellos, se ha sumado una agravante: la pandemia por COVID-19.

De acuerdo con cifras oficiales recogidas y divulgadas por la agrupación feminista Las brujas del mar, en México se cometen once feminicidios diarios y solo tres de cada 100 llegan a una condena. Se viola a una mujer cada seis minutos y además, 88.4% de las víctimas de violencia no denuncian nunca a sus agresores, debido a miedo a represalias, desconfianza ante las autoridades y miedo a la revictimización. Asimismo, 6 de cada 10 mujeres han sido víctimas de violencia.

Durante 2019, según cifras oficiales, México registró 960 feminicidios, cifra que se incrementó durante 2020, en que ocurrieron 1 021 asesinatos de mujeres por motivos de género.

Durante el año que lleva la crisis sanitaria, que le ha costado a nuestro país casi 190 mil muertos reconocidos oficialmente, empeoraron las cifras de violencia de género, abuso sexual, trata de mujeres, empleo precario, violencia familiar, falta de acceso a la educación y más flagelos que se ceban sobre las mujeres. Aunque tal agravamiento no es exclusivo de México: la afectación es mundial, pero la situación es más grave en América Latina.

La Organización de las Naciones Unidas llama a la violencia contra las mujeres “la otra pandemia” y “la emergencia en la sombra”. El organismo dedicó este 8 de Marzo a esta problemática, con el lema “Mujeres líderes: Por un futuro igualitario en el mundo de la covid-19”.

No obstante la grave coyuntura, el presidente López Obrador se negó desde un inicio de la crisis sanitaria a instrumentar acciones específicas para apoyar los derechos de las mujeres de cara a la pandemia. Eso se añade, por supuesto, a su criminal gestión de la misma.

De acuerdo con la jefa de la División de Género y Diversidad del Banco Interamericano de Desarrollo, María Caridad Araujo, desde el inicio de emergencia por Covid, en América Latina se ha recrudecido la violencia contra la mujer. Y mientras otros delitos, como el robo a casa habitación, los asaltos en vía pública y el robo de automóviles descendieron, los feminicidios no.

De acuerdo con cifras de la Cepal, en 2019 –las estadísticas regionales más recientes— se registraron en América Latina 4 mil 600 feminicidios, siendo México el segundo lugar en números absolutos, con 960. La cifra se incrementó en 202o, llegando a 1021.

Los motivos del agravamiento de la violencia contra la mujer, dijo Araujo, en entrevista con la agencia EFE, son “el estrés general, la crisis económica y social, la necesidad de quedarse en casa” y la falta de espacios de redes de apoyo para las mujeres producto de la pandemia.

Por supuesto que la pandemia no es el motivo central de la violencia en contra de las mujeres, pero sí un factor de agravamiento, ante el cual el gobierno mexicano no ha instrumentado acciones concretas.

Pero la sociedad en general también contribuye, tal como lo señaló esta semana la directora de ejecutiva de Amnistía Internacional México, Tania Reneaum, quien dijo que sobre las mujeres mexicanas pesa no solo la violencia de género, sino el “estigma por manifestarse” en contra de ella.

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