Según Ricardo Aguilera y Lorenzo Díaz, la producción erótica de Milo Manara evidencia “todos los defectos y virtudes del cómic erótico actual”. Aseguran de “El Click” (1984) que “El dibujo es perfecto, limpio y elegante; el contenido nulo y sin interés: se limita a enlazar una anécdota sexual tras otra”.
Los protagonistas de los dibujos de este artista poseen matices andróginos, libidos insaciables, códigos amorales y, sin embargo, suelen estar bañados por una infantil inocencia. Las chicas de Manara en fase de máxima excitación son una turbadora mezcla entre la voraz ninfómana entregada a sus vicios y la cándida colegiala que se aplica en los deberes que más le gustan.