miércoles 24 abril 2024

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por etcétera

QUITO — Este martes 3 de abril, cuando la cadena colombiana RCN difundió un video donde aparecen los tres periodistas ecuatorianos que llevan diez días secuestrados en algún punto de la selva en la frontera entre Ecuador y Colombia, el gobierno de Lenín Moreno no demoró en expresar su malestar: “Rechazamos enérgicamente la mediatización del video”. El ministro del Interior ecuatoriano, César Navas, lamentó la publicación y explicó que las autoridades del país conocían el video desde las primeras horas del secuestro, pero que formaba parte del “proceso técnico” que estaban llevando a cabo sus equipos policiales. Y agradeció a periodistas y familiares su discreción y su reserva en el manejo de la información.

La difusión del video no ha sido el primer desencuentro entre los medios colombianos y las autoridades ecuatorianas desde que un equipo del diario El Comercio de Ecuador —el reportero Javier Ortega, el fotógrafo Paúl Rivas y el conductor Efraín Segarra— fue secuestrado el 26 de marzo en la convulsa frontera norte de Ecuador. Ese día, alrededor de las ocho de la mañana, los tres hombres cruzaron un retén militar en la zona rural de Mataje, provincia de Esmeraldas, y poco después desaparecieron.

Dos días después, el 28 de marzo, cuando los periodistas llevaban cerca de 55 horas retenidos, el diario El Tiempo de Bogotá publicó la primicia de que los tres hombres habían sido liberados. El medio citaba “altas fuentes militares” y decía que los rehenes estaban en poder del Ejército ecuatoriano y en buen estado. El medio compartió la noticia en su cuenta de Twitter y fue retuiteada cientos de veces, aunque los Ministros de Defensa e Interior de Ecuador dijeron que no tenían información sobre ninguna liberación. El paso de las horas dejó claro que la noticia era falsa.

La información que existe sobre el caso es escasa y, en muchos momentos, contradictoria. Incluso las autoridades de ambos países se han contradicho desde el comienzo. El día en que el gobierno del Ecuador confirmó la noticia del secuestro, señaló que los rehenes estaban posiblemente en Colombia. Dos días después, el ministro de Defensa colombiano, Luis Carlos Villegas, dijo que “no podía confirmar” que los periodistas ecuatorianos estuviesen en Colombia.

Desde el inicio del secuestro, las autoridades ecuatorianas pidieron a la prensa acudir solo a las fuentes oficiales. Creen que la divulgación de información no verificada o de fuentes extraoficiales podría entorpecer las negociaciones con los secuestradores.

El equipo de El Comercio estaba en la zona —conflictiva por su pobreza y su cercanía con el conflicto colombiano— cubriendo la violencia en la frontera entre los dos países: desde enero han detonado bombas en cuarteles militares y policiales. En el ataque más reciente, el 20 de marzo, murieron tres soldados. Era la primera vez que militares ecuatorianos morían por fuego enemigo en más de veinte años.

Javier Ortega es un reportero de 32 años que regresó hace más de una década de España —adonde su familia emigró por la crisis financiera de finales de siglo—, “por la nostalgia del país”, según su hermano Alejandro. Paúl Rivas, el fotógrafo, cumplirá 46 años a finales de abril; una amiga y excompañera lo llamó “un hombre para la tempestad. De un buen humor de no creer”. Efraín Segarra —el amable Segarrita— es el mayor de los tres (tiene 60 años).

Más información: https://nyti.ms/2Emr9FE

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