viernes 29 marzo 2024

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por etcétera

Los efectos especiales más difíciles de hacer en el cine son aquellos que todo el mundo sabe que son efectos especiales. Cuando la tecnología es parte del atractivo de una película, está en la conversación y es una de las razones para ir a verla, el espectador pone especial atención, a ver qué se nota, a ver dónde está el truco. En el caso de El irlandés, además, los efectos tratan de convencernos de que algunos de los actores más conocidos del mundo no tienen el aspecto que todos sabemos que tienen. El reto para hacerlo creíble es mayúsculo. El fenómeno cinematográfico del año no solo ha traído a la pantalla la nostalgia de Martin Scorsese, Robert De Niro, Joe Pesci y Al Pacino en una historia de mafiosos, también ha abierto una puerta al futuro de los efectos visuales, el maquillaje y la interpretación. En las salas también puede verse el otro gran ejemplo de la temporada: Géminis, en la que un Will Smith mayor se enfrenta a lo largo de toda la película con un Will Smith joven.

El irlandés abarca cuatro décadas en la vida de sus personajes y lo hace con la técnica del rejuvenecimiento digital o de-aging. Scorsese utiliza actores septuagenarios a los que el equipo de efectos visuales de Industrial Light & Magic ha quitado años digitalmente de acuerdo con la edad que deben tener en cada momento. El resultado ha recibido elogios generalizados de un público que quizá hasta ahora no había sido consciente de lo mucho que se viene utilizando esta técnica en el cine. En la promoción de la película, tanto Pacino como De Niro agradecían la poca injerencia del equipo en el rodaje: “Usaron unos botones discretos para las referencias digitales, nada de trajes de captura de movimiento”.

“Te sorprendería saber cuánto existía ya en el mundo de la realidad aumentada en el cine”, comenta por teléfono Beau Janzen, profesor en Gnomon, una de las mejores escuelas de efectos visuales en Hollywood. “Lo hemos estado haciendo décadas”, afirma, desde cambiar cuerpos hasta añadir pisos de edificios. Janzen ha trabajado en producciones donde se han hecho “arreglos de belleza porque el maquillaje no era suficiente para las expectativas de las actrices”; o mover los ojos de un actor porque no estaba mirando en la dirección correcta; o mezclar frases de distintas tomas y que parezca que el actor las dice seguidas. “Todas las películas actuales y la mayoría de las series tienen algo de efectos”.

El de-aging se ha usado en películas como la saga Piratas del caribe, en X-Men: la decisión final, Capitana Marvel y TRON: Legacy. Pero El irlandés es la primera gran película de corte clásico que usa esta tecnología. Una película de Scorsese, De Niro, Pacino y Pesci, con hechuras de Oscar, aporta un nuevo nivel de trascendencia a una tecnología hasta ahora asociada al puro espectáculo visual. “Es una herramienta de Marvel en una peli de Scorsese”, resume Janzen.

Más información: http://bit.ly/34oZ51Z

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