viernes 19 abril 2024

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por etcétera

La creciente generación de conocimientos científicos en todas las áreas del saber demanda un trabajo sólido y bien diseñado en términos de la difusión de esos nuevos conocimientos ante públicos no especializados. Hablamos de empresarios, gobiernos, instituciones educativas, líderes académicos, padres de familia, jóvenes y niños, para quienes el lenguaje científico resulta totalmente ajeno, evitando así que puedan interesarse en temas de gran relevancia para todos.

A su vez, la velocidad de los cambios tecnológicos y el desarrollo de la ciencia en diferentes sectores productivos, urge a los profesionistas a desarrollar prácticas transversales en diversos ámbitos. Esto incluye, por supuesto, a los profesionales de las áreas de ciencias exactas, entre ellos, ingenieros, biólogos y científicos. Comunicar desde la ciencia requiere del desarrollo de competencias comunicativas particulares que se adapten a las necesidades de públicos diversos, con niveles de conocimiento diferenciado.

A continuación comparto seis actividades clave para difundir el conocimiento científico de forma efectiva a diferentes públicos:

  1. Identificar el perfil de la audiencia y diseñar discursos diferenciados. Este punto puede sonar obvio, sin embargo a menudo es olvidado a nivel científico. No es posible utilizar el mismo mensaje o discurso en audiencias diversas. Cada público tiene características únicas que deben ser consideradas al momento de presentar la información. En algunos casos se puede requerir, por ejemplo, la explicación del contexto y del fenómeno estudiado, presentar antecedentes determinantes para comprender los hechos y su relación con el fenómeno, etcétera, en un lenguaje que sea comprensible al público en cuestión.

  2. Adaptar conceptos “elevados” a formas más sencillas y claras. Este ejercicio comunicativo puede llegar a ser muy desgastante para el especialista pues durante años ha recibido una formación que le permite el uso correcto de palabras para determinados fenómenos y encontrar otros vocablos para expresar lo mismo, resulta más complicado de lo esperado. En este punto es esencial recordar que en algunos casos será necesario retomar el concepto y utilizar una palabra sencilla pero precisa la cual pueda ser comprendida por el público. El manejo también de líneas explicativas para conceptos especiales, es otro recurso a usarse, así como la elaboración de pequeños glosarios que acompañan los textos utilizados de forma recurrente por los asistentes o lectores.

  3. Utilizar metáforas y recursos expresivos que faciliten la comprensión de  los fenómenos. Existen algunos conceptos y fenómenos difíciles de comprender y aún más complicados de explicar. En estos casos, el uso de metáforas explicativas permite llevar a las audiencias a comprender que “algo es como…” utilizando fenómenos conocidos por la gran mayoría, recurriendo a un conocimiento previo para adaptar y explicar otro. De esta manera, el proceso tanto de explicación como de comprensión resulta más efectivo y el objetivo de comunicar para ser entendido se vuelve posible.

  4. Visualizar y representar. La capacidad de transformar los pensamientos y fenómenos mediante el uso de imágenes, es un recurso muy importante para quienes trabajan en la ciencia. Hay conceptos que por su complejidad resultan complicados de explicar, pero mediante una imagen o un modelo visual, suelen ser muy claros, facilitando así el entendimiento de los mismos.

Más información: http://bit.ly/2x2InXo

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