La prensa cubana es mala. Desde hace mucho lo es.
Y lo peor no es que todo el mundo lo sepa (hasta el Presidente Raúl Castro lo ha reconocido) sino que su rumbo actual no indique vestigios de mejoría en una época de cambios que alteran la vida cotidiana en la Isla.
¿Pero es así por culpa de los periodistas? ¿Por culpa de un sistema de medios hipercentralizado? ¿O la culpa transciende ambas marcas?
El Estado cubano mantiene un control casi absoluto sobre los medios de comunicación.
Hay dos diarios de 8 páginas ( Juventud Rebelde y Granma), y periódicos provinciales que salen con escaza tirada una vez a la semana. El resto de las publicaciones pasan bastante inadvertidas.
También hay emisoras de radio y canales de televisión. Pero las diferencias son apenas de formato; el enfoque de los contenidos suele ser el mismo.
En Cuba los casos de corrupción, por ejemplo, no los destapa la prensa sino notas oficiales del gobierno. Otras veces son filtrados hacia canales informales de distribución: videos de operativos policiales y confesiones en el Paquete Semanal.
http://www.bbc.com/mundo/blogs/2015/06/150618_voces_desde_cuba_prensa_cubana_cambios_alejo