Ron Howard. Disney pone sus bólidos en manos de pilotos arriesgados y luego les dice: “Conducid con el freno de mano puesto”. Así llegan los descarrilamientos, de los que parecen no escarmentar. El despido de Lord y Miller ocurrió el pasado mes de julio, a falta de tres semanas de acabar la filmación, y decidieron contratar a Ron Howard para reconducir el asunto, que según la major no iba por buen camino. El veterano director es un profesional querido por los estudios: nunca da guerra, aunque tampoco renovará la historia del cine. Por pura acumulación de títulos, tiene alguno bueno, y es cierto que Solo: una historia de Star Wars tras un arranque moroso entretiene. Sin embargo, falta chispa, porque Howard nunca arriesgará en los adelantamientos de su vehículo.
Guiños clásicos. No se puede revelar el nombre del villano que aparece al final, y que ha provocado un gran “Oooohhh”, en Cannes. Aunque sí hay multitud de perlas para los fans. Solo comentaremos alguna: se confirma la importancia del idioma español en el apellido del protagonista; hay un guiño a Tatooine; entre los cameos se ve a Warwick Davis, que empezó su carrera como el ewok Wicket en El retorno del Jedi; la voz de Lady Proxima, un bichajo de grandes proporciones, pertenece a la mítica Linda Hunt; se da una vuelta de tuerca a la legendaria frase “Tengo un mal presentimiento”… Y sobre todo asistimos a la creación del mito Han Solo: cómo obtiene su pistola, cómo conoce a Chewbacca y cómo decide su apodo; cómo se encuentra con Lando Calrissian; por qué rompe el récord del famoso corredor de Kessel, y presenciamos la mítica partida de cartas en que le ganó el Halcón Milenario. Todo recuerda mucho a la presentación de un joven Indiana Jones en Indiana Jones y la última cruzada.