Dominique Venner, que se suicidó el martes en Notre-Dame, dejó una carta para explicar su gesto. Marine Le Pen lo ve como un acto “político” mientras que el editor de esta figura de extrema derecha desmiente cualquier vínculo con la actualidad.
“Creo que es necesario sacrificarme para romper el letargo que nos embarga”. Es por sus palabras escritas en una carta que la ensayista de extrema derecha Dominique Venner, que se suicidó el martes 21 de mayo en la catedral de Notre-Dame -de-Paris, quiso explicar su gesto. Esta nota, colocada en el altar, fue leída, a última hora de la tarde del martes, por uno de sus amigos, Bernard Lugan, en la antena de Radio Courtoisie: “Me mato para despertar conciencias dormidas. Me rebelo contra la fatalidad”, ” contra los venenos del alma” y “los deseos individuales invasores que destruyen nuestras anclas de identidad y en particular la familia, base íntima de nuestra civilización multimilenaria”.
Manuel Valls: “Había 1.500 personas en la catedral”
Dominique Venner, de 78 años, se suicidó frente al altar de Notre-Dame con una pistola de un solo tiro, según fuentes policiales. Las 1.500 personas presentes en la catedral, según Manuel Valls, fueron evacuadas rápidamente, sin incidentes. Por la noche, un centenar de activistas y simpatizantes de extrema derecha se reunieron en la explanada de Notre-Dame para rendir homenaje a esta figura desconocida para el gran público y respetada en el movimiento, en particular por uno de sus textos emblemáticos, “Pour une critique positivo”, publicado en la década de 1960. El ensayista es también autor de una “Histoire de la Collaboration”, un libro de 767 páginas publicado en 2000, y de una “Historia crítica de la Resistencia”, una “Historia del fascismo alemán”.
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