jueves 18 abril 2024

Recomendamos: Los territorios clave para la victoria

por etcétera

Alrededor de 100 millones de estadounidenses ya han votado anticipadamente en unas elecciones históricas. Esto significa que el 73% de todos los votos registrados en 2016 ya han sido depositados antes de que abran los centros de votación a lo largo del país, pero muchos de ellos no podrán ser procesados hasta hoy, según lo que establecen las leyes de cada Estado.

Un votante con una máscara en la que se puede leer “Vota” hace cola en un centro de votación en el Parque Nacional, en Washington, DC. Las de este martes serán unas elecciones complejas. El alto número de votos recibidos antes de la jornada electoral y las leyes de cada uno de los 50 Estados hacen impredecible definir el desarrollo de la noche.

Después del cierre de las urnas y a medida que los votos empiecen a ser contabilizados, las miradas estarán focalizadas en un puñado de Estados clave para las aspiraciones de Donald Trump y de su rival demócrata, Joe Biden. Son territorios críticos porque, a diferencia de otras regiones, están más polarizados, no se los considera completamente adscriptos a una tradición partidaria y pueden proporcionar la llave del éxito para alcanzar los 270 votos necesarios en el Colegio Electoral que necesita un candidato para convertirse en presidente de Estados Unidos: Florida, Pensilvania, Wisconsin, Carolina del Norte, Ohio y Georgia. A estos se les ha añadido, de última hora, Texas, una región históricamente republicana que ha quebrado todos los récords de participación.

Florida, rey de los Estados pendulares

Florida es el tercer Estado con mayor cantidad de electores en el país —tiene 29—, pero el primero entre los considerados Estados pendulares, aquellos que son susceptibles de cambiar de color de una elección a otra. En las últimas cuatro elecciones presidenciales, el candidato que obtuvo más votos en Florida resultó ser también presidente de los Estados Unidos, y por eso tanto Donald Trump como Joe Biden han vuelto una y otra vez a este Estado durante la campaña, y las comunidades latinas aquí han estado sometidas a intensas campañas de desinformación. La noche previa a las elecciones, el promedio de las encuestas daba una ligera ventaja al candidato demócrata: 48% a 46% (esta diferencia apenas osciló entre 1 y 3 puntos porcentuales durante las últimas semanas).

Un triunfo de Biden en Florida haría las cosas muy cuesta arriba para la reelección del presidente Trump. Si es el republicano quien se impone en la región de los pantanos, la posibilidad de una victoria demócrata se hace más ajustada y dependiente de otros territorios en disputa. Trump ganó Florida sorpresivamente en 2016, pero los demócratas han ganado allí 25 elecciones presidenciales frente a 16 de los republicanos.

Pensilvania, el foco de las preocupaciones

Pensilvania sigue a Florida en importancia como campo de batalla. Históricamente, conseguir sus 20 votos del Colegio Electoral era una tarea relativamente sencilla para un candidato demócrata. En las últimas siete elecciones, desde 1992, había sido un Estado azul. Pero en 2016 Donald Trump consiguió allí una de sus más sonadas victorias de la noche electoral frente a Hillary Clinton, aunque lo ganó por menos de un punto de diferencia. Hoy las cosas están apretadas entre los candidatos. Los sondeos ponen a Biden ligeramente en cabeza de su Estado natal con una diferencia de 2,5% (49,3% frente a 46,8%), pero Trump enfocó gran parte de su esfuerzo final allí para lograr la que sería una de las sorpresas de la noche.

Además de la batalla electoral, Pensilvania ha sido también foco de una batalla judicial por el conteo de boletas. A la demora natural que supone contabilizar una cantidad inédita de millones de votos por correo este año —y aquí las leyes establecen que no pueden empezar a procesarlos hasta que cierren las urnas—, el Estado contempla un plazo de hasta tres días para recibir votos demorados vía postal, siempre y cuando el matasellos no sea posterior al día de las elecciones. Eso supone que, si los resultados esta noche terminan muy ajustados, se abrirá un plazo de incertidumbre —que podría extenderse hasta el viernes— en el que todas las expectativas estarán puestas en el conteo final de Pensilvania.

Ohio

Ohio, con 18 votos electorales, es el tercer Estado pendular con mayor cantidad de electores y puede darle una alegría a Trump en una noche difícil. En 2016, el voto republicano de condados semirrurales en Estados como Ohio e Iowa —sumado al de zonas con pasado industrial y hoy en decadencia como Pensilvania y Wisconsin— le dio al Partido Republicano las mayores ganancias con respecto a 2012. En estas elecciones, Joe Biden era favorito allí hasta septiembre, pero ahora el presidente aventaja en los sondeos y puede repetir el logro de 2016.

Georgia

Georgia tiene 16 votos electorales y se considera, junto con Ohio, uno de los Estados que puede dar un balón de oxígeno al actual mandatario. A pesar de que los sondeos muestran un empate, la balanza se inclina en favor del republicano, ya que Georgia no ha votado por un presidente demócrata desde 1992.

Carolina del Norte

En Carolina del Norte, que representa 15 votos del Colegio Electoral, Trump y Biden están casi en un empate técnico, según los sondeos: 49% para Biden y 47% para Trump, de acuerdo con las encuestas de la CNN. El Estado, tradicionalmente republicano, lo ganó Trump en 2016. Pero una victoria de Biden allí no es improbable. En 2008, como candidato a vicepresidente, ayudó a Barack Obama a apuntarse el tanto, cuando el demócrata se impuso a John McCain por un 0,3% de los votos totales. Volver al azul sería un golpe que dejaría a Trump casi fuera de combate la noche electoral.

Wisconsin

El caso de Wisconsin, que representa 10 votos electorales, es similar al de Pensilvania. Su electorado había vivido en el bolsillo demócrata hasta que las clases trabajadoras de esta región del Medio Oeste encontraron en Trump una figura para volcar su desencanto. Antes del triunfo del expresentador de El aprendiz había que remontarse hasta Ronald Reagan para hallar otro republicano ganador en el Estado. En las últimas horas, la ventaja de Biden sobre Trump parece haber despegado y el Estado estaría en vías de resarcir lo que considera un error cometido hace cuatro años.

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