jueves 18 abril 2024

Recomendamos: Los diarios impresos siguen varados en la era analógica, por Miguel Ormaetxea

por etcétera
Han pasado más de 20 años desde la irrupción del tsunami digital sobre la prensa y los medios de comunicación. El resultado es más bien desastroso: se han cerrado incontables medios y se ha despedido a miles y miles de periodistas. Es cierto que los medios digitales alcanzan audiencias sin precedentes, pero la inundación informativa ha hecho que el agua potable, la buena información, esté contaminada de una infinidad de falsedades, manipulaciones y nimiedades sin cuento. ¿Por qué los diarios de calidad, los que han sobrevivido, mantienen los mismos esquemas que antes de la revolución digital? ¿Tal vez porque el cambio cultural no ha calado aún entre los principales responsables de los medios?

Si examinamos el caso de ‘El País’, diario excelente por muchas cosas, el primero en lengua española en la Red, podemos observar este fenómeno más de cerca. Este diario informaba recientemente que incorporaba la plataforma tecnológica denominada Arc Publishing, diseñada por ‘The Washington Post’. Excelente noticia, sin duda. Pero la estructura de la primera página del periódico, no solo su estructura periodística, sino también su estructura física, con su foto de portada, es exactamente igual desde hace bastante más de los mencionados 20 años. Si examinamos la portada del 15 de agosto pasado, la apertura de esa edición dice: “El derrumbe del puente de una autopista causa al menos 26 muertos en Génova”. Esa noticia abrió todos los telediarios e informativos la noche anterior. Se trata, sin duda, de una ‘commodity’, una información que todo el mundo tiene y cuyo valor tiende a cero. ¿Tiene sentido llegar al quiosco con una información vieja y archisabida?

El 21 de agosto, la apertura es: “Los Mossos matan a un hombre que atacó una comisaría con un cuchillo”. Mismo caso que el anterior.

El 25 de agosto, la apertura es: “Los restos de Franco saldrán del Valle de los Caídos 43 años después”. Estamos ante la repetición sistemática de un esquema periodístico totalmente obsoleto.

Estamos en un mundo en el que Google filtra el contenido de 60 billones de páginas, unos 2 millones de veces por minuto, y contesta a 3.000 millones de preguntas diarias.

Herbert Simon, un científico social que ganó el premio Nobel, afirmó: “En un mundo de abundancia, la única escasez es la de la atención humana”. Es difícil competir por la atención en el mundo digital con esquemas periodísticos analógicos.

Más información: http://bit.ly/2xxAuZD

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