viernes 29 marzo 2024

Recomendamos: Leonard Kleinrock: “Yo envié el primer mensaje por Internet y apenas le di importancia”

por etcétera

“No teníamos ni una cámara para grabarlo”, recuerda Leonard Kleinrock del día en que mandó el primer paquete de datos por Internet. “Estaba en una sala anodina en la Universidad de California en Los Angeles (UCLA), ya de noche, y pretendía entrar a otro ordenador 600 kilómetros al norte, en el Stanford Research Institute. Tenía que escribir “log in”. Para confirmar que iba bien, hablaba por teléfono con su compañero. “He escrito la ‘L’, ¿ha llegado?” Aquel mensaje se colgó a la tercera letra: solo llegó “Lo”.

El problema lo tenía el software en Stanford. Lo arreglaron y pudo enviarse al cabo de un rato. De aquel hito quedó solo una anotación en bolígrafo en un diario de trabajo: “22.30. Hablado con Stanford. De servidor a servidor”. A nadie se le ocurrió dejar mayor constancia.

Este martes 29 de octubre se cumplen 50 años de aquel día, del inicio de una nueva era. Pero para los investigadores fue solo un día más en la oficina. “Mandé aquel primer mensaje por Internet pero fue como cualquier otro día, apenas le di importancia. Estábamos intentando resolver un problema complejo. No estaba claro si iba a salir bien. Sabíamos que podría tener impacto, pero en aquel momento no lo tuvo. No fue un gran asunto. Lo que nos animaba era el desafió de ingeniería, la excitación de hacer algo nuevo. La recompensa no era monetaria obviamente, sino resolver un problema y crear algo que otro usara”, explica Kleinrock a EL PAÍS en una conversación en el marco de las jornadas Onlife celebradas en Milán a principios de octubre.

Kleinrock tiene hoy 85 años y apenas ha perdido vivacidad y ganas de analizar y mejorar su descubrimiento. Como otros pioneros de Internet y de la web, hoy está más centrado en dejar un legado más sólido y esperanzador que en el reconocimiento de su labor original. En una entrevista con EL PAÍS en 1999, Kleinrock decía que Internet estaba “en la Edad de Piedra”. Hoy dice que ya ha pasado por “su etapa juvenil en los últimos 15 años y ahora está en su primera edad adulta y se observa un comportamiento oscuro“, dice.

El pecado original de Internet fue la ingenuidad de los pioneros. La Internet original era un lugar de encuentro de investigadores. Era obvio que aquello iba a explotar: “Estaba claro que iba a estar en cada casa, pero no supe ver, ni yo ni nadie, la poderosa parte de comunidad [las redes sociales] y su impacto en cada uno de los aspectos de la sociedad. No fue hasta que el correo electrónico inundó la red en 1972 que me di cuenta del poder que tendría Internet al permitir la interacción entre gente”, dice.

Aun menos supo intuir que se usaría la Red para el mal: mandar spam, suplantar la personalidad, robar datos, y la llegada de los discursos de odio o noticias falsas. Es probable que más atención inicial no hubiera evitado estos problemas, pero los habría mitigado. “No necesitábamos seguridad ni privacidad. Nadie la necesitaba. Había algo incluido en la tecnología inicial llamado interfaz de línea privada que estaba cifrado. Pero nadie lo usaba porque no lo requería. Así que no se desarrolló”, explica.

Más información: http://bit.ly/344i2qm

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