viernes 19 abril 2024

Recomendamos: Las mejores películas del año

por etcétera

Nuestros críticos de cine seleccionaron sus películas favoritas del año, destacan un filme mexicano que rememora el pasado y cuatro documentales estadounidenses.

Selección de Manohla Dargis

Primero, una reflexión:

Algunas de las películas más inspiradoras que vi este año fueron realizadas por mujeres que usaban faldas largas y botas abotonadas y que aún no tenían el derecho al voto. Parte de sus trabajos están disponibles con la compilación llamada Pioneers: First Women Filmmakers; una colección reciente de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos y Kino Lorber (la versión en Blu-ray contiene más películas que el formato en DVD).

Cuanto más veía estas producciones de principios del siglo XX, más comencé a pensar en el mundo del cine y en el Hollywood que pudo haber existido. Para finales de los años veinte y hasta mediados de los sesenta, en general, las mujeres fueron excluidas del oficio de dirigir películas en la industria estadounidense.

Si pioneras del cine como Lois Weber y Alice Guy Blaché hubieran continuado sus proyectos, habría surgido un mundo cinematográfico radicalmente distinto. En mi fantasía de un Hollywood alterno, los y las cineastas habrían trabajado hombro con hombro, quizá ofreciéndonos historias y heroínas nunca antes imaginados. Esa historia pudo haber creado un presente equitativo, en vez de una industria definida por el sexismo.

Esa brecha de inequidad no muestra signos de aminorarse; tal parece que el sexismo jamás ha dañado los ingresos económicos de la industria. Al escribir este artículo noté que solo un par de las veinte películas más taquilleras en Estados Unidos tenían historias protagonizadas por mujeres; en algunos filmes, el personaje femenino prominente comparte la pantalla con una pareja romántica o con una familia. Ninguna de las veinte fue dirigida por una mujer. Además, también debemos tomar en cuenta las repercusiones de las acusaciones contra Harvey Weinstein y el movimiento #MeToo. Mi colega Brooks Barnes reportó hace poco que estas denuncias han generado un “malestar profundo”, pero no por las razones esperadas.

“Bla, bla… regresen a su perrera”, dijo un productor fílmico acerca de Time’s Up, el grupo de defensa formado en enero por productoras como Shonda Rhimes y artistas como Reese Witherspoon para combatir el acoso en el lugar de trabajo.

Barnes quedó sorprendido por el comentario del productor. A mí solo me sorprendió que fuera honesto, incluso en privado. Este productor es solo uno de muchos agentes de poder, pero representa una mentalidad que es responsable por una industria de cultura dominante que se siente creativa y éticamente corrompida. En este momento, me pregunto si sería mejor que las mujeres poderosas de Time’s Up se olvidaran de cambiar la vieja industria y simplemente acabaran con ella para que pudieran reconstruirla.

El malestar tiene otros orígenes, entre ellos el efecto que Netflix y Amazon han tenido en los grandes estudios y productoras. Pero esos mismos estudios ⎯con tantas secuelas y superhéroes⎯ han hecho lo suyo para convertir al cine estadounidense en una corriente imparable de uniformidad. Parece poco probable que esto cambie, sobre todo porque en julio Walt Disney Company consolidó sus planes de adquisición de Fox, con lo que ha destruido uno de los estudios que creó la industria de Hollywood. Esa fusión ha sido criticada por limitar drásticamente la competencia.

Más información: https://nyti.ms/2rqcIw5

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