jueves 28 marzo 2024

Recomendamos: Internet entra en un año crucial para su futuro

por etcétera

Este 2018 se presenta como un año de vital importancia para el futuro de la Red tal y como la entendemos hasta la fecha. Las legislaciones de EEUU y Europa, aunque por motivos diferentes, pueden abrir las puertas a un cambio de rumbo. También continuarán debates ya iniciados pero cuyas soluciones no parecen próximas, como el impacto de la robótica y la inteligencia artificial o la robótica en el futuro del trabajo. Además, surgirán nuevos ámbitos y novedades tecnológicas. La incertidumbre sigue siendo el principal sino en los tiempos de cambio.

Neutralidad de Red

Se despide 2017 con la derogación por parte de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC en sus siglas en inglés) de la norma que regulaba la denominada Neutralidad de la Red (Net Neutrality). Esta ha evitado, al menos sobre el papel, la discriminación de servicios y se ha erigido como uno de los pilares de su crecimiento exponencial.

Los críticos con esta regulación argumentan que supone un freno para los proveedores de Internet y las inversiones en infraestructuras. Lo cierto es que el actual mercado de acceso a Internet en los EE UU supera, según Ibisword, los 104.000 millones de dólares, lo que significa un crecimiento anual del 4,8% entre los años 2012 y 2017.

La nueva normativa puede que no sea la muerte inmediatade Internet pero es, sin duda, un paso más hacia un cambio de modelo cuyas consecuencias imprevistas empezarán a sentirse durante 2018.

La ‘e-Privacy’

En el ámbito europeo, donde la neutralidad de Red al menos de momento parece protegida, el foco legislativo se centrará durante 2018 en la protección de datos. Junto con la General Data Protection Regulation (GDRP), entrará en vigor un nuevo reglamento de privacidad electrónica (e-Privacy) propuesto por la Comisión Europea.

El principal cambio reside en que se requerirá un consentimiento más estricto del usuario, lo que afectará principalmente a la captación y tratamiento de datos en la publicidad digital. El consentimiento tendrá que realizarse a través del navegador “mediante una declaración o una clara acción afirmativa” del usuario para la descarga de cada cookie del soporte y de anunciantes, redes, etcétera. Aunque habrá que ver cómo queda finamente su desarrollo, el nuevo reglamento puede suponer un cambio de paradigma para el sector publicitario digital, que en nuestro país representó en 2016, según datos de IAB, más de 1.565 millones de dólares.

Más información: http://bit.ly/2lPNfsT

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