viernes 29 marzo 2024

Recomendamos: Como encontrar vida en Venus

por etcétera

El descubrimiento de un posible marcador de vida en la atmósfera de Venus anunciado esta semana ha resucitado el interés por volver a este planeta. Este mundo es el más cercano a la Tierra, el más parecido en tamaño y en origen. Durante más de 2.000 millones de años puede que existiesen océanos y un ambiente apto para que surgiese la vida. Algo muy parecido sucedió en nuestro otro vecino, Marte. En ambos mundos algo se torció, el equilibrio quedó roto y perdieron la mayoría de su agua. Es posible que antes de esos desastres surgiese la vida y tal vez pudo sobrevivir refugiada bajo tierra en el caso de Marte o suspendida en las nubes altas de la atmósfera en Venus. Esta última es una teoría que se propuso a finales de los años sesenta y que apenas se exploró después. Tras unas primeras décadas de gran interés en Venus, los humanos viramos completamente nuestro interés explorador en el espacio hacia Marte. Una de las principales razones fue que es mucho más fácil llegar allí que a Venus.

La superficie de Venus está a casi 500 grados, suficiente para fundir el plomo. Las montañas y planicies del planeta son imposibles de visitar para los humanos no solo por ser abrasadoras, también porque las densísimas nubes de su atmósfera —90 veces más espesa que la de la Tierra— hacen que la presión sea equivalente a estar a un kilómetro bajo el mar. Incluso las naves más exitosas que han visitado este mundo solo pudieron sobrevivir en su superficie unas horas antes de fundirse. Por eso Venus sigue siendo un planeta desconocido.

La primera misión que podría regresar a Venus está impulsada por la NASA. Se trata de una expedición que todavía está en estudio y que no despegaría antes de 2026. El corazón de esta misión, llamada Davinci+, es una esfera metálica de un metro de diámetro con pinta de batiscafo cuyo objetivo es atravesar toda la atmósfera del planeta hasta alcanzar su superficie en un viaje que durará una hora. Esta sonda iría equipada con instrumentos similares a los que lleva el rover de exploración marciana Curiosity y que aportarían la descripción más detallada de la composición de la atmósfera. ¿Podría confirmar o descartar la existencia de vida más allá de toda duda? “Eso depende de muchos factores, como la química desconocida del planeta y sobre todo si esta permite la existencia de moléculas biológicas” necesarias para que haya vida, explica James Garvin, jefe científico del Centro Goddard de la NASA y líder de la misión.

Davinci+ también lleva un módulo orbital que estudiará el planeta desde su exterior y contribuirá a entender la geografía única de Venus, en especial las regiones plagadas de barrancos y crestas de hasta 4.000 metros de altitud que no tienen una comparación clara en la superficie terrestre. La misión compite con otras tres para ser finalmente financiada por la NASA, algo que se decidirá el próximo año.

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