jueves 18 abril 2024

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por etcétera

Dos grandes temores acompañan a todo aficionado al rock. El primero es que su ídolo decida hacer un disco personal e intimista, con baladas y duetos. El segundo es que participe en Gran Hermano. A la desmitificación absoluta que conlleva ver el día a día de un icono del heavy metal en pantuflas, le acompaña, a veces, la vergüenza que el sector de seguidores más ortodoxo puede experimentar al ver cómo su figura de referencia se convierte en un personaje del corazón, tan vulgar como esa gente alienada a la que el artista criticaba en sus letras contestatarias.

No todos los casos son iguales: hay quienes salvan la papeleta con dignidad, quienes tienen un motivo justificable tras su decisión, quienes acaban absorbidos por el agujero negro de la telerrealidad y quienes, en un giro imprevisto, acaban reconciliándose con los fans o incluso obteniendo seguidores nuevos al lograr acrecentar su leyenda. Y en esta lista de roqueros que fueron a parar a reality shows hay un poco de todo.

Ozzy Osbourne, el pionero

Del mismo modo que la existencia de Black Sabbath marcó un antes y un después para la música, su cantante creó un género en sí mismo con la docuserie de MTV The Osbournes, programa imitado hasta la saciedad que, durante tres temporadas, de 2002 a 2005, siguió el día a día de la familia de Ozzy Osbourne; con la excepción de su hija mayor, que prefirió mantenerse al margen. Bastante cercano en el tono, por momentos, a los Celebrities de Muchachada Nui, en el reality se capturaron momentos cotidianos como, por ejemplo, una delirante discusión entre el icono del rock y su mujer, Sharon Osbourne, acerca de la conveniencia de incorporar burbujas a la puesta en escena de sus conciertos (“¡Burbujas! ¡Venga ya, Sharon! ¡Soy el puto Ozzy Osbourne, el príncipe de las putas tinieblas!”) o al exlíder de Black Sabbath llamando “terroristas” a sus perros y llevándolos a un psicólogo por cagarse en la casa.

Años después del final, los hijos del matrimonio aseguraron que buena parte de las situaciones eran falsas y tenían un guion, algo que Ozzy Osbourne negó. Lo que la estrella sí confesó fue haber pasado todas las grabaciones bajo los efectos de la marihuana. En España, el equivalente más cercano que tuvimos fue Alaska y Mario, también de MTV.

Johnny Rotten, hacia lo salvaje

El excantante de Sex Pistols y todavía líder de Public Image Ltd., una de las figuras más importantes de la historia del punk rock, participó en 2004 en el reality I’m a celebrity… Get me out of here!, una especie de versión británica de Supervivientes, pero se retiró tras solo 11 días en la isla y después de insultar a los espectadores por votar su salvación. Según las encuestas, Rotten era, precisamente, el favorito del público para ganar.

A principios de noviembre de este año sorprendió al descubrirse como uno de los participantes de la edición británica de Mask Singer, donde interpretó disfrazado de payaso School’s Out, de Alice Cooper, y el clásico folk Man of Constant Sorrow, de Dick Burnett. En una entrevista posterior en Billboard, el músico reveló que había decidido hacerlo para divertir a su mujer, que padece alzhéimer. Se desconoce si, igual que ha ocurrido con estrellas internacionales como Mel B (de Spice Girls) o LaToya Jackson, Antena 3 logrará traer también a Rotten a la edición española o si, de hecho, aquello ya se intentó y el plan b era Willy Bárcenas.

Gene Simmons, el genio del ‘marketing’

Siguiendo los pasos de Ozzy Osbourne, el legendario bajista de KISS se apuntó a la moda de los realities con su propia serie familiar, Gene Simmons Family Jewels, que fue mucho más longeva: duró siete temporadas, emitidas entre 2006 y 2012 por el canal de televisión por cable estadounidense A&E. El programa llegó a contener importantes trazas de ficción (Simmons se hacía con la propiedad de un equipo de fútbol, cosa que nunca ocurrió) y contó con algunos actores.

No obstante, sí mostró algunas discusiones de alto voltaje entre el músico nacido en Israel y su todavía novia (la actriz Shannon Tweed), que le afeó supuestas infidelidades. Simmons, en la presentación del proyecto, aseguró que la gente que viera su serie le acabaría queriendo como presidente de Estados Unidos, al apreciar cómo mantenía su hogar bajo control.

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