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Este jueves el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, informó que su gobierno podrá entablar comunicación con los grupos terroristas que tengan secuestrados a estadounidenses en el extranjero. Asimismo anunció que no procesará judicialmente a los familiares de rehenes que paguen el rescate.
Después de reunirse en la Casa Blanca con 40 parientes de estadounidenses que estuvieron o están secuestrados en todo el mundo, el mandatario admitió que su gobierno ha cometido equivocaciones en la forma que maneja los asuntos relacionados con los rehenes secuestrados.
“Es cierto que hubo veces en las que nuestro gobierno, a pesar de sus buenas intenciones, los decepcioné. Les prometo que podemos hacerlo mejor”, indicó Obama.
Por tal razón, el mandatario anunció una serie de cambios a la política del gobierno respecto a los secuestrados en el extranjero y a sus familias, entre los que se incluye la creación de un centro de coordinación de la respuesta a la toma de rehenes, con sede en el Buró Federal de Investigaciones (FBI).
También señalo que el Departamento de Justicia no va a procesar a todo aquel que decida pagar por el rescate de la liberación de su familiar secuestrado, a pesar de que existe una ley que tipifica como un crimen la entrega de dinero o ayuda material a organizaciones terroristas.
“Lo último que deberíamos hacer jamás es profundizar el dolor de una familia con amenazas como esas”, sostuvo Obama.
La medida que se emitió a través de una orden ejecutiva que no requiere la aprobación del Congreso, se creó después de que varios familiares de los rehenes decapitados por el grupo yihadista, Estado Islámico (EI), y de otros norteamericanos cautivos, calificaran de absurda la asistencia que aportaron las autoridades, además de que algunos aseguraron haber recibido amenazas de ser juzgados si trataban de pagar un rescate para liberarlos.
Obama subrayó que su gobierno mantendrá la misma política de no pagar rescates por la liberación de connacionales a terroristas, pues de hacerlo, se pondría en riesgo la seguridad de más estadounidenses.
“Cuando sea apropiado, nuestro Gobierno puede asistir a esas familias y a los esfuerzos privados (para liberar a los rehenes) en esas comunicaciones, en parte para garantizar la seguridad de los miembros de la familia y asegurar que no se les defrauda”, explicó.
Las nuevas medidas han desatado una serie de críticas por parte de algunos republicanos como John Boehner, presidente de la Cámara de Representantes, quien considera no existe diferencia entre si el pago lo hizo un familiar o el gobierno.
Actualmente más de 30 estadounidenses permanecen secuestrados en todo el mundo, según explicó Lisa Monaco, asesora de Obama para seguridad nacional y anti terrorismo.
(Con información de EFE)
slg
