jueves 28 marzo 2024

Muere Larry Flynt, “Rey del Porno” y defensor de la libertad de expresión

por etcétera

A los 78 años de edad falleció en Los Ángeles Larry Flynt, uno de los más celebres empresarios de la industria pornográfica estadounidense y editor de la revista Hustler, además de férreo defensor de la libertad de expresión.

La muerte de Flynt fue dada a conocer por su hermano Jimmy al sitio TMZ, un espacio dedicado a noticias sobre celebridades, y después a The Washington Post. Según información del primer medio, el fallecimiento se debió a un paro cardíaco.

Flynt, quien nació el 1 de noviembre de 1942 en Kentucky, promotor de clubes de striptease, alcanzó a la fama al lanzar en 1974 una revista que fue la competencia para Playboy: Hustler. Para poder serlo, tuvo que desarrollar un estilo más explícito, excitante y escandaloso en los materiales que publicaba. Por ello llegó a tener un tiraje de más de dos millones de ejemplares.

Uno de los grandes éxitos de Hustler, pese a que tenía una manera de mostrar las relaciones sexuales más cruda y explícita, distante de la más elaborada y glamurosa de Playboy y Penthouse, fue que en 1975 mostró algunas fotografías de Jacqueline Kennedy Onassis mientras se bañaba en Grecia.

Ese fue el inicio de un imperio que se expandió a la cinematografía, sitios web e incluso hasta un casino que abrió cerca de Los Ángeles. Buena parte de su éxito lo vivió entre demandas, juicios y hasta una condena a prisión por desacato.

Hustler también supo adecuarse a la llegada de los nuevos tiempos tecnológicos, ya que fue de las primeras publicaciones de pornografía que lanzó su página web.

En 1978, mientras salía de los juzgados para enfrentar un juicio por obscenidad, sufrió un intento de asesinato por parte de Joseph Paul Franklin, un supremacista blanco y asesino en serie que se oponía a sus publicaciones. El atentado  le dejó secuelas: quedó paralítico, por lo que en adelante tuvo que utilizar una silla de ruedas que, en su caso, llegó a estar chapada en oro.

En 1996 fue estrenada la película The People vs. Larry Flynt, de Milos Forman, con Woody Harrelson en el papel estelar (Larry llegó a decir que el histrión “me interpreta mejor de lo que lo hago yo”). Por el filme el director y el actor fueron nominados al Óscar. La película cuenta la historia de Hustler, la revista del empresario, y los diversos problemas que tuvo que enfrentar por las acusaciones de obscenidad, así como el atentado que sufrió en 1978.

Defensor apasionado de la Primera Enmienda de la Constitución norteamericanas, consagrada a la libertad de expresión, la política no le fue ajena: en 1984 se postuló como precandidato republicano a la Presidencia.

Posteriormente, en 2003, incluso fue aspirante a gobernador de California. Un par de años después publicó su libro Sex, Lies and Politics: The Naked Truth, dedicado a defender las libertades y a atacar al entonces presidente de Estados Unidos, George Bush. En 2016 fue público su respaldo a la candidatura presidencial de Hillary Clinton.

En una entrevista de 2014, habló acerca de su relación con la política: “No tengo ningún deseo de aspirar de nuevo a un puesto público, pero eso no quiere decir que no me considere un actor en el campo de la política. Siempre estaré presente, tratando de exponer a los hipócritas de nuestro gobierno”.

En 1999 Flynt denunció a un congresista republicano, Bob Barr, un político acendradamente antiabortista que formaba parte del equipo acusador contra Bill Clinton, entonces presidente estadounidense. ¿La razón? El legislador le había pagado un aborto a su segunda esposa.

Fue un férreo opositor a Donald Trump y un severo crítico de los medios norteamericanos al haber servido de altavoces para las falsedades del magnate. Entonces les escribió que “su falta de periodismo responsable ha traicionado a esta gran nación” porque no llamaron mentiras a las mentiras, y los remató al expresar que “hay artículos más correctos en Hustler que en la mayoría de la cobertura que he visto en la pasada elección”.

Sobre Trump, en octubre de 2017 Flynt publicó a página entera en The Washington Post su ofrecimiento de 10 millones de dólares a quien le brindara información que sirviera para hacer un juicio político que llevara a la destitución del entonces presidente de Estados Unidos.

Concluyó aquel mensaje de la siguiente forma: “Creo que es mi deber patriótico, y el de todos los estadounidenses, echar a Trump antes de que sea demasiado tarde”.

En una entrevista de 2014 a un medio argentino resumió su lucha por las libertades de expresión y de prensa: “Debemos tener cuidado con eso de empezar a construir ‘paredes de decencia’ a nuestro alrededor, pues si no un día nos despertaremos y estaremos completamente rodeados y encerrados. El precio que pagamos por vivir en una sociedad libre es la tolerancia. Debemos soportar las cosas que no necesariamente nos gustan para poder ser libres. La decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos en el caso de Hustler vs. Falwell fue una gran victoria para la libertad de expresión, pero tenemos que seguir siendo vigilantes para que nuestros derechos no se erosionen. La libertad de prensa solo es importante si protege el derecho a ser ofensivo”.

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