El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos responsabilizó al conductor de 60 años, James Matthew Bradley, de la muerte de 10 migrantes mexicanos que viajaban, de forma ilegal, en un remolque, hacia Texas.
Este domingo, las autoridades de San Antonio Texas localizaron en el estacionamiento de un Wal-Mart un remolque con ocho personas muertes y 30 más que presentaban signos de deshidratación e insolación.
Tras realizar las investigaciones preliminares, las autoridades concluyeron que los migrantes fueron transportados en la caja del tráiler de Iowa a Texas, tras cruzar la frontera entre México y EU, sin tener el oxígeno o líquidos suficientes, razón por la cual murieron 10 por asfixia (dos más murieron durante la noche del domingo, según el reporte de CNN).
Al respecto, la agencia AP informó que las autoridades estadounidenses imputaron la muerte al conductor, ya que hay elementos suficientes para afirmar que él sabía que estaba trasnportando a personas, aunque él lo niegue.
Sin embargo, el jefe de la Policía de San Antonio, William McManus, aclaró que se trata de una red de tráfico de personas, por lo que buscarán a todos los responsables que participaron en este ilícito.
Sobre los migrantes, el director interino del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EU (ICE, por sus siglás en inglés), Thomas Homan, indicó que tras revisar las cámaras de seguridad pudieron determinar que en el tráiler viajaban hasta 100 personas, pero la mayoría huyó al momento de llegar al estacionamiento (algunos a pie y a otros los recogieron varias camionetas).
Por otra parte, la cónsul en Texas, Reyna Torres Mendivil, confirmó que tanto los migrantes fallecidos como los 30 que se quedaron en el camión son mexicanos, pero sus identidades no serán reveladas hasta que se comuniquen con sus familias.
mahy
