miércoles 27 marzo 2024

Lula no se entregó en Curitiba a su arresto y espera en tensa calma en São Paulo

por etcétera
Lula no se entregó en Curitiba pero espera en tensa calma en São Paulo

A las 15 horas de este viernes (tiempo del centro de México) se cumplió el plazo para que el expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se entregara voluntariamente ante el juez Moro en la prisión de Curitiba, pero no puede ser considerado prófugo dado que su ubicación es conocida por todo el mundo.

La Policía Federal sólo tendría que ir a buscarlo: Lula se encuentra rodeado por miles de personas en la sede del sindicato metalúrgico en São Bernardo do Campo, São Paulo, donde inició su carrera política, aunque la policía prefiere negociar los términos de su entrega con los abogados del expresidente.

Dos fuentes cercanas a Lula dijeron a The Associated Press que el exmandatario no se presentará en Curitiba, pero está considerando esperar a la policía en la sede sindical o entregarse en alguna comisaría de Sao Paulo. Obligar a Lula a que salga del recinto en viernes por la noche sería una pesadilla logística, dados los miles de seguidores y el enorme tráfico que se registra en Sao Paulo.

“No veo por qué debería entregarse solo porque el juez Moro sufre una crisis de ansiedad”, declaró el senador Lindbergh Farias, del Partido de los Trabajadores, a los periodistas en la sede del sindicato. “Yo creo que ellos deberían pasar por la vergüenza de venir aquí y llevárselo delante de todas estas personas… Esas imágenes serían vistas alrededor del mundo y será algo histórico”.

La orden de Moro fue girada el jueves horas después que el Supremo Tribunal Federal denegó por votación de 6-5 una solicitud de Lula de no ir a la cárcel mientras apela una sentencia que, según él, es sólo una maniobra para impedir que su nombre aparezca en las boletas de las elecciones de octubre, comicios en los que a pesar de sus problemas legales, Lula es el favorito de las encuestas.

En un comunicado, el magistrado dijo que le dio la oportunidad de entregarse voluntariamente porque fue presidente del país, y que se le había preparado una celda especial, alejada de otros presos, en la cárcel de Curitiba donde debe presentarse. El año pasado Moro declaró a Lula culpable de hacer favores a una constructora a cambio de la promesa de un apartamento en primera línea de playa. El fallo fue ratificado en enero por un tribunal de apelaciones.

La celeridad con la que el juez emitió la orden de arresto sorprendió a muchos, ya que según algunos expertos en derecho, hay cuestiones técnicas de la fallida apelación de Lula que no serán solucionadas hasta la semana próxima. Esos detalles son “simplemente una patología que debería ser eliminada del mundo judicial”, afirmó Moro en su declaración.

Miles de personas se congregaron el jueves en la noche en el exterior de la sede del sindicato metalúrgico en Sao Bernardo do Campo, Aunque Lula estuvo presente en el acto, no intervino.

“¿Por qué tienen tanta prisa por arrestarlo?”, dijo la expresidenta Dilma Rousseff, que sucedió a Silva y fue destituida en 2016. “Temen que Lula pueda obtener una decisión favorable en un tribunal (superior). Esto forma parte del golpe de Estado que me sacó de la presidencia”, aseguró.

Pase lo que pase, el arresto de Lula supondrá una marca indeleble para el hombre que encabezó al país más poblado de Latinoamérica entre 2003 y 2010 y que dejó el puesto con un índice de aprobación superior al 80%. El expresidente estadounidense Barack Obama alguna vez lo llamó el “político más popular de la Tierra”.

Desde que abandonó el cargo, su situación ha empeorado con diversos casos de corrupción, siempre ha insistido en su inocencia y ha recorrido el país en campaña. A pesar de sus problemas legales, las encuestas dicen que volvería a ser presidente siempre que pueda presentarse.

(Con información de El Universal)

aml

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